¿Qué tan frecuente es necesario llamar a los clientes?
Siempre se ha comentado la importancia del seguimiento a los clientes, no siempre después de una negociación, sino también en cualquier momento que permita que la comunicación con el consumidor o posible consumidor sea fluida.
La frecuencia para llamar a los clientes varía dependiendo del contexto y de la situación. Por ello, es importante siempre tener en cuenta los siguientes puntos:
Al día siguiente. Únicamente es conveniente comunicarse al día siguiente, si el día anterior el cliente se mostró realmente interesado en adquirir el producto o servicio, si hizo muchas preguntas, preguntó por ofertas, etc. Cuando un potencial cliente realiza demasiadas preguntas significa que necesita lo que se está ofreciendo, la espera para que tome una decisión no debe ser muy larga porque la emoción se disipa.
De 48 a 72 horas después. Si el cliente se mostró interesado, pero con muchas dudas para tomar la decisión, es necesario brindarle tiempo para pensar y no parecer muy “hostigoso” o desesperado por vender. La llamada puede ser muy casual y amigable preguntando cómo está y si ha pensado en la charla anterior. Es importante preocuparse por el cliente, no por la venta, el consumidor nota que el interés es únicamente por vender y puede terminar decepcionado.
Cada vez que exista alguna oferta. Se haya cerrado o no una venta con un posible cliente o con un cliente potencial, resulta muy valioso comunicarse con ellos cuando existe un descuento u oferta especial. No tiene que ser siempre a través de llamadas, un correo electrónico es menos invasivo y mantiene al cliente interesado en lo que se le puede ofrecer.
Periódicamente. Cuando un cliente es asiduo de la empresa, es importante mantener el contacto frecuentemente, esto no significa estar pendiente 24/7, pero sí, por ejemplo, una vez al mes. Algunas veces solo por cortesía, preguntarlo cómo está, cómo va su trabajo y recordarle que se está a su servicio.
¿Por qué los testimonios de los clientes aumentan las ventas?
Todas las empresas, ya sean en línea o tradicionales, debe saber y entender que la publicidad más importante es aquella que el mismo cliente proporciona. Debido a ello, es de suma importancia que la organización cuente con un espacio en su sitio web, en redes sociales y/o, en última instancia, en algún lugar vistoso dentro del negocio, para que los consumidores puedan aportar sus valiosos comentarios positivos acerca de la compañía.
Los testimonios de los clientes aumentan las ventas porque son el mejor método de marketing actualmente.
A continuación se presentan cinco razones por las que se afirma lo anterior comentado:
Aumentan la confianza del cliente. Siempre se ha comentado que el boca a boca es la mejor publicidad que puede existir. El cliente potencial confía en la opinión de otro consumidor, cree en su palabra y puede ser la razón principal por la que se decida a comprar en primera instancia.
Demuestran la experiencia de la compañía. Los comentarios positivos hacia la empresa o el producto le demuestran al cliente potencial el nivel de compromiso que se tiene para con el consumidor. La experiencia se resume en el resultado final; la satisfacción total del cliente.
Permiten que el cliente potencial empatice con la empresa o con la marca. El cliente potencial puede darse cuenta de inmediato si la compañía es honesta en cuanto a su información institucional (misión, visión y valores), únicamente analizando las opiniones de otros clientes. Lo que la empresa promete, debe cumplirse. Si sus acciones, la opinión satisfactoria del cliente y su información institucional van de la mano y son íntegras, el cliente logrará empatizar con ella y sentir que esta es capaz de cubrir sus necesidades.
Logran que el cliente conozca los beneficios del producto o de la empresa. Lo que se ve no se juzga. Cuando varias personas han expresado el agrado por comprar en la compañía, debe ser cierto. Siendo así, no hay necesidad de que la empresa exprese por ella misma los beneficios; los clientes mismos lo harán por ella.
Se debe recordar siempre que los beneficios venden más que las características; por lo tanto, si un consumidor menciona (por ejemplo) la increíble ventaja de adquirir una marca de ropa por encima de otra, este está enfatizando el beneficio que trajo consigo la compra. Eso es un éxito seguro y una posible compra de un nuevo cliente potencial.
Resultan ser garantías de calidad. Las opiniones positivas son una muestra sólida y contundente de que lo prometido es cumplido, y de que la satisfacción del cliente es lo más importante para la empresa. Mejor garantía que un cliente que se expresa a favor de la organización, no existe.
¿Cuáles son los programas de puntos para mejorar las ventas más eficientes?
Los programas de puntos para mejorar las ventas han ido en aumento gracias a la efectividad con la que responden a su objetivo (que es precisamente incrementar el número de ventas). Varias empresas online como: tiendas de ropa, de calzado o de artículos diversos; y empresas físicas como agencias de viajes y supermercados, han optado por esta opción.
Las dos formas más empleadas son las siguientes:
Tarjeta de Fidelización. Es la forma más común y más sencilla para aumentar las ventas gracias a un programa de puntos. Las tarjetas de fidelización otorgan y acumulan puntos que pueden traer consigo descuentos o regalos (dependiendo de la compañía) basándose en la cantidad de productos que se adquieran o en el monto final de la compra. No suelen venderse, sino que se otorgan a los clientes más fieles como agradecimiento.
También pueden posibilitar el acceso a otros beneficios en otras compañías asociadas o afiliadas a la propia organización.
Las tarjetas se manejan por medio de sistemas digitales y todos los puntos de venta (ya sea de empresas afiliadas o de la propia) deben tener el acceso disponible para su utilización.
Códigos para tiendas online. Funcionan de forma similar a la tarjeta, la diferencia se encuentra en que estos códigos únicamente se emplean digitalmente. Cuando se realiza una compra en línea, el sistema digital está preparado para brindar los descuentos, regalos, beneficios o “cupones online de descuento” para usar posteriormente o en ese preciso momento de la compra. Empresas como Airydress (tienda en línea de moda), le proporcionan al cliente, por correo electrónico, un código que puede ser digitalizado para aprovechar cierto descuento, posteriormente, dependiendo del monto de la compra.
¿Cómo recompensar al cliente que reúna los puntos?
Cuando el cliente realice repetidas compras y se haga acreedor de una cantidad X de puntos se le puede recompensar de la siguiente forma:
Recompensas en especie. Cuando el cliente obtiene determinada cantidad de puntos es recompensado con productos gratuitos para ser canjeados en ese momento o posteriormente.
Recompensa en efectivo. Similar al punto anterior, la diferencia es que la recompensa resulta ser en efectivo dentro de la tarjeta disponible para adquirir productos y/o servicios dentro de la empresa.
A continuación algunos ejemplos de cómo implementar un programa de puntos:
Una compañía proveedora de telefonía a nivel mundial diseñó un programa que permite que los miembros, después de haber comprado un monto mínimo de $300, canjeen puntos por entradas para conciertos o por ofertas en aplicaciones como Apple Music, Uber o JetBlue. El éxito de este programa radica en la experiencia que le proporciona a sus clientes al brindarles el acceso a eventos especiales.
Una empresa de ropa apuesta por el incremento de su audiencia en redes sociales. Se trata de un programa de puntos canjeables por descuentos en la compañía. El cliente comparte dos imágenes por semana en su perfil de Instagram y gana 25 puntos. Cada 2500 puntos le genera un descuento del 25% en todas las compras mayores a US100.
Además, abrir una cuenta en su página web le proporciona 100 puntos; referir a un amigo: 500 puntos, seguir a la cuenta oficial de Instagram 50 puntos y 25 puntos por compartir dos imágenes a la semana.
El programa de lealtad de una pizzería funciona de la siguiente forma: el cliente acumula 2 puntos por cada dólar gastado; 200 puntos son canjeables por una pizza mediana y 250 por una grande. Es el sistema de puntos más sencillo, pero igual de efectivo.
Ciertas farmacias y supermercados también utilizan el sistema de puntos canjeables por productos (gratis). El cliente cuenta con una tarjeta que debe entregar al efectuar el pago, los puntos se acumulan dependiendo del monto, y, una vez que se han reunido los puntos necesarios, el cliente puede cambiar los puntos por productos o seguir acumulando.
En este sentido, cada empresa aplica políticas diferentes; existen algunas que optan por que los puntos se puedan acumular con cierta fecha de vencimiento, después de la cual los puntos reunidos se pierden si no han sido utilizados; mientras que otras empresas prefieren que el sistema de puntos no tenga límites y puedan acumularse durante todo el año.
El trabajo a distancia cobra cada vez mayor importancia en el mundo empresarial moderno. Por ello es importante comprender y aprender cuáles son las ventajas que trae consigo.
A continuación se muestran nueve ventajas del trabajo a distancia:
Reducción de ausentismos y rotación de personal. Al trabajar a distancia (ya sea en una oficina propia o en casa), el empleado deja de faltar, deja de llegar tarde y las rotaciones innecesarias son reducidas a cero porque el trabajador conoce bien su área, se especializa en ella y este tipo de método (trabajo a distancia) no suele formar parte de la producción, ni requiere su presencia, por lo tanto, la rotación es nula.
Mayor flexibilidad para el empleado. Por lo regular no existen horarios, por ello, el trabajador puede sentirse más cómodo realizando sus actividades, Resulta más sencillo para él ajustar su vida laboral y su vida familiar e íntima. Los contratos son más flexibles y no exigen más allá del conocimiento, la disposición y la entrega responsable del trabajo asignado.
Además, la empresa se beneficia porque los bonos por puntualidad y asistencia no son requeridos, ni necesarios.
Reducción de costos fijos. Podría ser porque resulta innecesario el arriendo de una oficina, pues se cuenta únicamente con trabajadores a distancia, o, simplemente porque los gastos en cuentas como teléfono, agua y luz se reducen debido a la cantidad limitada de empleados presenciales.
Entrar a un nuevo mercado mundial. El mundo actual exige innovación, nuevas formas de hacer las cosas. El trabajo a distancia permite que la empresa se extienda incluso a niveles mundiales. Posibilita la opción de que la empresa cuenta con personal de cualquier parte del mundo, con mayor conocimiento y más especializado. Extiende las facultades de crecimiento del personal y a nivel compañía.
Incremento de la productividad. Fuera de los estrictos reglamentos dentro de una compañía, el trabajador se siente más libre. Así se siente mejor, trabaja mejor y con mayor rapidez y eficiencia.
Reducción de problemas entre empleados. Los conflictos entre colaboradores o con los jefes son la causa de muchos de los despidos, renuncias y rotaciones. Gracias al trabajo a distancia este problema queda eliminado.
Menos estrés laboral. Debido a la flexibilidad que el trabajo a distancia proporciona, el estrés se reduce y el trabajador realiza sus actividades más feliz y concentrado, por lo tanto, más eficiente.
Para el empleado: ahorro de tiempo y dinero en desplazamientos. Esto le genera al trabajador mayor motivación para continuar con la empresa durante mucho tiempo. También los desplazamientos y el tráfico generan estrés, así que el trabajador no pierde tiempo en traslados y puede utilizarlo en realizar sus actividades laborales o personales sin preocupaciones.
Permite la inserción al campo laboral a personas con poca o escasa movilidad. Ahora las personas con capacidades diferentes que sufren por los traslados y no pueden pertenecer activamente al campo laboral, son capaces de ingresar a un trabajo estable y fijo.
¿Cuáles son las desventajas del trabajo a distancia?
En menor proporción, pero igual de relevantes, a continuación se muestran algunas de las desventajas del trabajo a distancia tanto para las empresas como para el empleado:
Aislamiento empresarial. El empleado puede llegar a sentirse solo debido al sedentarismo que provoca la falta de socialización diaria con colegas. Podría también frustrase por no poder compartir sus conocimientos o puntos de vista con compañeros de trabajo y sentirse que no forma parte real de la compañía por no encontrase presente.
Tendencia a la procrastinación. Aunque el empleado sea siempre muy responsable, existe una leve tendencia a la pérdida de tiempo en cuestiones inútiles gracias a la flexibilidad en la entrega de proyectos.
Dificultad para motivar a los empleados y pérdida de comunicación y control sobre el empleado. Es muy factible que con este método de trabajo se pierda la comunicación formal e informal con el empleado. La información y datos necesarios para que el trabajo sea realizado, regularmente se proporciona por correo electrónico o mensaje de texto (muy pocas veces vía video llamada) y es muy difícil incentivar o motivar por esas vías. La comunicación se vuelve muy directa y estricta justo en lo que es necesario.
Sentimiento de poco o nulo control en el empleado. Debido a que las comunicaciones se dificultan o son menos directas
Pérdida de identidad con la empresa. Al empleado estar solo desde su casa pierde un poco la identidad con la empresa ya que no está físicamente compartiendo con los otros miembros de la empresa en sus instalaciones. Por esto está más ajeno de las cosas que suceden en la empresa, nuevas noticias, cambios, etc.
Por que deberias contratar personal Home Office para tu empresa?
Home office es literalmente “oficina en el hogar”, es decir, el personal home office es todo aquel que trabaja para un jefe directo o indirecto desde la comodidad de su hogar. El colaborador es libre de llevar su trabajo a donde le plazca y con la ventaja de un horario flexible que se adecúe a sus necesidades. Aunque todo lo anterior pudiera parecer para los conservadores “libertades extremas”, esta nueva modalidad de empleo no funciona de esa forma.
¿Por qué es bueno contratar personal home office? El home office tiene varias ventajas que un trabajo convencional no tiene, además de ciertas similitudes no tan obvias. A continuación nos centraremos en las ventajas únicamente:
1. Cambio. La evolución social y empresarial ya es un hecho. El mundo está cambiando y con él las “reglas del juego”. Las empresas deben darle una oportunidad a las nuevas formas de trabajo que permiten flexibilidad al colaborador y lo hacen sentir más cómodo. El cambio es una constante y aquellas compañías que no se adapten comenzarán a desaparecer.
2. Comodidad. Es importante que el colaborador se sienta libre de trabajar en el horario que más le convenga y en el lugar que le parezca placentero. No todas las personas se sienten cómodas trabajando entre cuatro paredes y esta modalidad de trabajo les permite realizar sus actividades al aire libre. El colaborador trabaja satisfecho y eso lo convierte casi automáticamente más eficaz.
3. Flexibilidad. Ya se comentó en el primer punto, pero, es básico que el colaborador no simplemente se sienta cómodo con los horarios y el lugar en el que se desempeña, sino también que sienta que se rige bajo sus propias normas. No se trata de que haga lo quiera y cuando quiera. Se trata de que, no es el mismo estrés cuando se tiene una supervisión constante a todas horas del día que cuando existe la flexibilidad de hacerlo acorde a los tiempos que cada quien ha previsto; el horario de comida también lo pone el mismo colaborador (incluso puede darse el lujo de comer con la familia todos los días) sin prisas ni tiempo determinado.
4. Satisfacción. Aunado a los puntos anteriores; el colaborador puede sentirse satisfecho de no lidiar con el tráfico constante (lo cual –tiene que decirse- es un factor importante generador de estrés). La madre que deja a sus pequeños en casas ajenas o guarderías, se puede sentir complacida de poder cuidarlos y compartir con ellos a la par de trabajo. El ahorro que se logra por evitar el gasto excesivo en comidas y transportes también satisface al empleado.
5. Confianza. El colaborador, incluso trabajando desde cualquier lugar y sin supervisión aparente, es responsable de seguir las políticas, valores, responsabilidades y actividades empresariales para las que fue contratado, sin olvidar que las actividades requeridas deben ser entregadas en tiempo y forma.
6. Igualdad de condiciones en cuanto a responsabilidades de su cargo. El punto anterior no significa que sólo el colaborador tiene responsabilidades; no debe eximirse al empleador de respetar las normas que la Ley del Trabajo dicta para él; como ejemplo: las remuneraciones que se derivan del trabajo del colaborador ameritan ser entregadas también en tiempo y forma sin necesidad de un cobro de parte del trabajador.
7. Eficiencia en el trabajo. Todo aquello genera que el colaborador trabaje confiado, a gusto, satisfecho y, sobre todo, trabaje eficientemente y logre cumplir los objetivos que las empresas exigen. No hay nadie que trabaje mejor, que un empleado que se siente completamente satisfecho y comprendido.
Es interesante conocer, propagar e implementar ciertas nuevas tendencias que persiguen un modelo de trabajo más relajado, pero no por eso irresponsable e ineficiente. El proceso para contratar personal home office puede y, de hecho, debe ser el mismo que se lleva a cabo en contrataciones regulares, con la misma mesura y el mismo cuidado, siempre pensando en el trabajador y en las metas de la compañía.
Para una empresa es muy importante aprender a reconocer cuando un empleado es tóxico, puesto que resulta indispensable aprender a lidiar con ellos, o en caso de ser necesario, alejarlo completamente porque no colabora con el crecimiento profesional de otros colegas, ni con el crecimiento empresarial.
Se puede reconocer fácilmente a este tipo de empleados si sigue estas características:
Es negativo. Un empleado tóxico se caracteriza por sus quejas constantes. No está contento con nada y todo le parece insuficiente e inadecuado. Suele ser una persona que no sigue las reglas y no “se pone la camiseta” por la organización porque simplemente no se siente parte de ella.
No acepta responsabilidades. Por lo regular, un empleado tóxico no suele aceptar que ha cometido un error, culpa a otros o busca excusarse con disculpas absurdas. Generalmente se muestra a la defensiva ante situaciones conflictivas y es incapaz de hacerse cargo de sus carencias e incompetencias.
Se ausenta constantemente. A causa de que el empleo no le causa compromiso, es normal que falte frecuentemente poniendo excusas familiares o personales, o simplemente no proporciona ninguna disculpa.
Se distrae fácilmente y con regularidad. Si un empleado ocupa la mayoría de su tiempo laboral revisando sus redes sociales, se distrae en su Smartphone constantemente, se enfoca demasiado en mantener conversaciones con sus colegas más allá de realizar de sus actividades, no existe ninguna duda de que es un empleado tóxico del que la empresa puede prescindir.
Retrasa actividades. Deja sus actividades para “luego” o para “después”. Si algún colega le pide colaboración inventa excusas para “ayudarle más tarde”; siempre queda mal en la entrega de proyectos, incluso, podría ser de aquellos trabajadores que llegan tarde con mucha frecuencia.
Crea discordias. Las quejas constantes de un empleado tóxico podrían ir más allá de solo lamentos. Podría resultar un dolor de cabeza para sus compañeros y jefes creando chismes y discusiones innecesarias, y gracias a sus quejas, hacer pesado el ambiente laboral, llenándolo de negatividad sin sentido.
Dirigir una empresa es todo un desafío, sobre todo cuando se presentan momentos en los cuales la sinergia con uno de tus empleados ya no es la que era, esta nunca se consiguió o algo ocurrió que se debe tomar tal decisión. Por eso saber cuándo es el momento preciso para despedir a un empleado es complejo.
Pero tampoco se trata de algo imposible de saber, porque existen algunos aspectos a los cuales debes prestar atención para saber que ahora es cuando debes hacerlo. Aspectos que te mostraremos en el siguiente artículo, ¡no te lo pierdas!
Dirigir una empresa es una gran responsabilidad
Buscar las mejores formas de que tu empresa sea un éxito y que este gran logro se mantenga en el tiempo es solo una parte de todo el trabajo que debes realizar. Porque por otra parte también se encuentra todo lo humano relacionado a tus empleados.
El personal de trabajo en una organización será seleccionado por personas especializadas las cuales sabrán identificar si efectivamente la persona cumple con las habilidades para desenvolverse en un puesto específico.
Pero pueden darse situaciones las cuales te tengan que obligar a despedir a un empleado, la pregunta clave es ¿cuándo es el momento?
¿Cuándo es el momento de despedir a un empleado?
El aspecto principal en el cual debes comenzar a pensar en que un empleado debe ser despedido, es cuando observas que este deja de ser un aporte para la fortaleza de tu negocio y pasa a ser una amenaza.
A veces ni siquiera sabemos por qué pasó de ser una buena relación u aporte a una relación que debe llegar a su fin. Pero las señales que te indicarán que el despido es irreversible son:
Su productividad ha disminuido: a todos nos puede bajar la productividad, pero si esto se ve constantemente con el incumplimiento de fechas o errores ya es tiempo del adiós.
Busca problemas: cuando una persona comienza a crear rumores o a buscar peleas con otras personas lo mejor es dejarlo ir.
Cuestiona todo: otro punto para prestar atención y que forma un caos de las buenas relaciones haciendo que el ambiente se torne hostil.
Los clientes se quejan: puede ser que este empleado se encuentre atendiendo público, y si en reiteradas ocasiones te llegan quejas también es el momento del despido.
Inasistencias: es normal que todos en algún momento por motivos de fuerza mayor, como la muerte de un padre no podamos asistir a trabajar. Pero si esto se hace recurrente sus tareas quedarán desatendidas y con ello el incumplimiento de ciertos objetivos empresariales. Lo que puede dañar enormemente el funcionamiento interno.
No quiere mejorar: esta podría ser la razón por la cuela termines de tomar una decisión tan drástica como el despido. Porque todos podemos cometer errores, el problema se observa cuando el empleado no busca mejorar.
Es problemático. Un empleado se vuelve problemático cuando incita negativamente a sus compañeros, cuando tiene conflictos con sus superiores o sus compañeros regularmente, cuando no obedece (voluntariamente decide no seguir indicaciones) y cuando pone en riesgo la integridad empresarial.
No está listo para adaptarse a los cambios. El mercado global actual, se encuentra permanentemente evolucionando; empresa que no evoluciona al mismo tiempo, se queda atrás y poco a poco muere. Si un trabajador no fluye con la empresa, es mejor que no continúe formando parte de la misma.
Saber qué piensan los clientes acerca de la empresa, conocer sus opiniones y puntos de vista, brinda un enfoque muy claro sobre las acciones que se deben o no emprender y la forma en que dichas acciones deben llevarse a cabo.
Las formas más sencillas y prácticas de lograrlo son siguiendo los puntos aquí presentados:
Hacer seguimiento directo. Es la forma más simple y directa para conocer la opinión de un cliente. Es evidente que esta acción no puede llevarse a cabo con todos los consumidores, pero puede ser buena opción para aquellos clientes fieles a la compañía y con quienes la relación consumidor-empresa, e incluso, consumidor-directivo, es más estrecha. Puede no tomar más de dos horas saber qué es lo que piensan los clientes más importantes de la empresa y el beneficio resulta ser invaluable.
Realizar encuestas de satisfacción. En este caso, este es el punto más común. Las encuestas de satisfacción pueden realizarse “presenciales” (cuando el cliente sale o entra a la empresa) o vía online. Algunas de las claves para que el cliente no sienta que está perdiendo el tiempo contestando la encuesta son:
Hacer que las preguntas sean breves, de rápida respuesta y con una extensión máxima de 10 interrogantes.
De preferencia, lograr que algún empleado haga las preguntas al cliente. De esta forma se evita que el consumidor se rehúse a contestar por falta de disposición para escribir.
Ofrecer “algo” (puede ser un artículo, descuento, servicio, etc) a cambio del tiempo invertido por el cliente y de sus respuestas sinceras.
Escuchar al personal de atención al cliente. Muchas veces, la mejor manera de conocer la opinión del cliente es escuchando la información de primera mano. Es decir, el personal de atención a clientes cuenta con la interesante característica de encontrarse justo en el punto preciso para hacerse de comentarios honestos, ya sea, entre cliente y cliente, o entre cliente y personal. El boca a boca en estas circunstancias es sumamente relevante y hay que saberlo aprovechar.
Contratar un “mystery shopper”. “Mystery shopper” es aquel personal externo (ajeno a la compañía) contratado para que funja como cliente y luego informe a los directivos su experiencia y brinde su opinión honesta. Esta puede ser una de las formas para saber el punto de vista de un cliente, pero no debe ser la única, puesto que, recordemos, el cliente no es real.
Monitorizar y medir las opiniones en las redes sociales. Actualmente, una de las alternativas más efectivas e instantáneas. Existe feedback o retroalimentación al momento y el contacto con el cliente es más personal. Las sugerencias, quejas o demostraciones de satisfacción son reales y es muy imple monitorearlas y medirlas gracias a las herramientas con las que cuentan todas las redes sociales.
¿Cómo saber si conoces realmente a tus clientes?
Conoces realmente a tus clientes cuando se ha creado un lazo empresa-consumidor, consumidor-empresa. Aunque suele ser muy complicado en grandes empresas y fábricas, puede lograrse con los consumidores frecuentes. Ahora bien, las pequeñas y medianas empresas no tienen ese problema, su contacto con el cliente puede llegar a ser más humano.
De todas formas, a continuación se enlistan una serie de puntos que son una guía para saber si conoces realmente a tus clientes o no:
1. No se segmenta a los clientes. El segmento de mercado es la parte que permite identificar al público que podría convertirse en cliente potencial debido a sus características geográficas, demográficas, sociológicas, psicológicas, entre otras características importantes. Es decir, es relevante identificar a qué cliente se le está vendiendo y separarlo según sea conveniente. Por ejemplo:
Si se vende ropa hay que saber si es para hombre, mujer, niño, niña, ropa deportiva para atletas de alto rendimiento y clasificarla también por temporadas, etc.
También se necesita saber quién usará el producto o servicio: juguetes para niños, niñas o ambos (de qué edad a qué edad), softwares especializados para empresas (qué tipo de empresas y qué necesidades deben cubrir), incluso en alimentación se hace la diferencia: veganos, vegetarianos y carnívoros (como ejemplo).
Conocer el poder adquisitivo del posible cliente potencial, cuál es su estilo de vida, dónde vive, con quién (es) vive, etc.
El segmento de mercado es el punto de partida de toda la estrategia de marca de toda compañía, por eso el segmento de mercado debe ser lo más específico posible.
2. No se cuenta con un CRM (Costumer Relationship Management) efectivo. Un software de Gestión de las Relaciones con sus Clientes (por su traducción al español) es sumamente necesario porque centraliza y organiza toda la información de los clientes en una sola base de datos. Además, proporciona información útil del consumidor y ayuda a segmentar el mercado de manera más eficaz.
Se utilizan para administrar y analizar las interacciones con los consumidores, anticipar sus necesidades y deseos, almacenar datos personales de cada cliente e integra información sobre historiales y preferencias de compra.
3. No se monitorean los comentarios del cliente. El cliente no es únicamente una estadística qué mostrar, debe humanizarse. Es importante conocer cómo percibe a la compañía (o marca), cuáles son sus expectativas al comprar el producto o servicio, qué es lo que desea, qué necesita, qué lo motiva.
Toda esa información puede encontrarse dentro de las mismas redes sociales o página web de la compañía. Es importante estar pendiente de cada opinión, crítica y/o valoración alrededor del producto o servicio que se ofrece porque es ahí donde el cliente es más honesto. Incluso, es válido indagar en su perfil para descubrir un poco más de él y sus preferencias.
4. No se indaga más allá de lo visible. Es válido investigar más a profundidad el perfil del cliente. También se puede explorar un poco más lejos. Por ejemplo: si ha adquirido productos de la competencia, con qué frecuencia, las razones de su compra, si continuaría comprando ahí y los motivos de su respuesta anterior.
La forma más sencilla de conocer estas respuestas es preguntando directamente mediante una encuesta, ya sea presencial o digital. De esta manera, después de analizar toda la información, podría realizarse una oferta personalizada para ese cliente en específico o para un grupo de clientes que coincidan en las respuestas, o, simplemente es un punto de partida para saber qué se puede mejorar con respecto a la competencia.
5. No se cuenta con un historial de compras. Finalmente, el historial de compras del cliente es el que indica la frecuencia, los pedidos que se han realizado, el tipo de productos más vendidos, cuántos clientes regresan a comprar y cuántos no, e incluso, los descuentos y ofertas proporcionados a cada cliente. De esta manera se lleva un registro de actividad del consumidor y, gracias al análisis constante, es más fácil identificar las necesidades y las razones de las adquisiciones por periodo de tiempo.
¿Cuáles son los consejos para contratar un vendedor de alto desempeño?
Contratar un vendedor de alto desempeño es un proceso sumamente trascendental para cualquier compañía, porque es en esa área donde la “magia del efectivo” se lleva a cabo, es decir, depende en gran medida de los vendedores que la empresa tenga éxito o sea un rotundo fracaso.
Por supuesto que la capacitación es indispensable, no obstante, se requieren menos horas de capacitación si el personal ya cuenta con bases de ventas sólidas. Estos 4 consejos son básicos y muy importantes para reclutar y contratar personal de alto desempeño:
Definir bien el perfil solicitado. ¿Qué habilidades necesita el vendedor? ¿Qué conocimientos? ¿Requiere de cierto nivel de experiencia? Un anuncio solicitando nuevo personal, sobre todo si se trata de un empleado tan importante como lo es un vendedor, debe estar perfectamente bien definido, sin huecos. El prospecto debe saber exactamente qué se busca y cómo se busca. De esta forma se evita la pérdida de tiempo por parte del prospecto y del reclutador.
Descripción completa del puesto. El puesto también debe definirse con exactitud. ¿Qué va a venderse? ¿Por qué medios va a venderse (digital, tradicional o ambos)? Si el vendedor amerita ser técnico especializado en algún producto, servicio o tecnología; tiempo de experiencia necesaria para cubrir la vacante, etc. Toda la información que sea posible proporcionar, en tanto menos dudas queden al aire, más fácil resultará el proceso, mejores prospectos se acercarán a buscar el empleo y, por lo tanto, el prospecto seleccionado será el mejor preparado.
Preparar la entrevista. Redactar todas las preguntas que sean necesarias para encontrar al mejor candidato. Hacer preguntas que sean realmente importantes y necesarias, por ejemplo: cómo dan seguimiento al cliente, cuánto tiempo esperan para dar ese seguimiento, cómo responde ante ciertas objeciones, etc.
En este punto también puede ser importante, una vez realizando la entrevista, observar la imagen corporal del prospecto (muy importante para vender), su tono de voz y su apariencia, no únicamente en cuanto a vestimenta, sino a sus gestos (por ejemplo) para saber si genera o no confianza.
Elaborar una pequeña prueba de ventas. En este punto puede observarse más claramente todo lo anterior. Una pequeña demostración de ventas le permite al entrevistador centrarse con mucho más detalle en la forma de expresión, imagen corporal, si genera confianza, nivel de empatía con el cliente, etc. Este punto no debe obviarse, de hecho, podría ser uno de los más importantes. Es la prueba práctica que niega o demuestra lo que el candidato ya ha contestado en la entrevista previa.
¿Qué habilidades requiere un vendedor de alto desempeño?
Una vez llevado a cabo eficientemente el proceso anterior, es necesario evaluar al vendedor y medir sus características más interesantes para el puesto a cubrir y el producto o servicio a vender. Para ello, hay que conocerlas:
Que tenga Aptitudes. Serie de conocimientos necesarios para cubrir la vacante. Pueden ser técnicos, especializados, avanzados, intermedios, etc. En cualquier tecnología, software, idioma, diplomado, etc. No importa qué conocimientos requiera el puesto, es primordial hacerle saber al candidato exactamente qué aptitudes es imprescindible poseer.
Buena Actitud. No todos los productos o servicios requieren la misma actitud para ser vendidos. Es decir, si bien los vendedores deben de ser amables, no es igual la actitud determinada y tajante requerida para vender un automóvil, que una actitud relajada y optimista al vender una caja de galletas (por ejemplo). La actitud depende del producto o servicio.
Se debe buscar un prospecto que cumpla con las características de actitud generales para todos los vendedores, más esa actitud especial que hace la diferencia en el propio artículo o servicio.
Excelentes Habilidades. Por ejemplo: saber cerrar ventas, realizar presentaciones impactantes, saber escuchar, dominar las objeciones, utilizar la tecnología y saber dar seguimiento, por nombrar algunas.
Experiencia. ¿Cuánto tiempo de experiencia requiere el puesto? El prospecto debe cumplir con este requisito, aunque algunas veces no es tan indispensable porque las habilidades del vendedor son innatas, sí es importante tenerlo en cuenta a la hora de la contratación.
Manejo de la tecnología. Lo de hoy es la tecnología, el internet y las redes sociales. Es un punto extra muy favorable si, por ejemplo, el prospecto es capaz de vender únicamente navegando por internet, o si sus presentaciones están tan bien hechas que enamoran al cliente sin necesidad de ver el producto personalmente. El correcto uso de la tecnología es un arma muy potente en la actualidad, quien sabe utilizarla adecuadamente va muchos pasos por delante de la competencia.
Que ponga al cliente es el centro de atención: para que el departamento de ventas sea el mejor, la prioridad debe ser el cliente. Y para lograr ofrecer las mejores experiencias, la clave es que se puedan poner en sus zapatos.
Comunica valores: los vendedores que realmente influyen en las personas son aquellos que dejan de lado las características de los productos y se enfocan en los beneficios y los valores que estos pueden entregar.
Crea emociones: se ha demostrado que crear conexiones emocionales es mucho más poderoso en una venta que simplemente ofrecer un producto. Aquí jugará un rol importante la capacitación de tus vendedores.
Ahora bien, una vez que contratemos a este vendedor, debemos guiarlo para que se adapte a la empresa y dé los resultados que se espera de él. Esto cómo podemos hacerlo?
Consejos para el vendedor
Aceptar las responsabilidades
Cualquier vendedor confiado y capacitado siempre debe tomar las responsabilidades que le corresponden y la disposición de colaborar con otras áreas. Aceptar los errores le permite a cualquier vendedor crecer profesionalmente, por lo que lanzar culpas a la mala economía, a otras personas o a las condiciones externas, es contraproducente cuando se quiere tener éxito. Si se tiene el valor de aceptar el crédito cuando se gana, también cuando se pierde.
Aportar credibilidad
Es común que a veces los clientes no escuchan, esto sucede porque el consumidor considera que el vendedor no es digno de confianza, pues todos los días se escuchan noticias de fraudes, haciendo que las personas crean que son susceptibles de engaños, sin duda, esto repercute de manera negativa y casi natural en las ventas. Para crear la confianza necesaria en los consumidores, más que lo que se diga, es lo que se ve, es necesario mostrar documentos qué aporten credibilidad.
Probar lo que se vende
La convicción es algo que destruye o construye; una venta se concreta cuando se cree verdaderamente en lo que se está ofreciendo, si hay dudas al momento de la venta, el cliente lo notará y es muy probable que ésta no se cierre. Si el vendedor tiene la oportunidad de probar lo que vende, le dará un plus extra a su autoestima, que lo transmitirá al cliente; al estar totalmente seguro del funcionamiento del producto o servicio la oportunidad de venta crece exponencialmente.
Evitar las políticas de la compañía
Las políticas de la empresa no siempre son vistas de manera favorable por los clientes, pues a ellos no les interesa escucharlas, en cambio, cualquier consumidor está deseoso de escuchar más sobre el funcionamiento y características de los productos o servicios, por lo que utilizar las políticas de la compañía para justificar cualquier acción será negativo para lograr una venta exitosa.
Conocer el negocio
Si una compañía grande o pequeña para la que se trabaja no se conoce realmente, sin duda alguna deja de ser una ventaja competitiva, dejando fuera cualquier valor agregado que un vendedor pudiera explotar, y todo lo contrario sucede cuando el personal de ventas sabe para quién trabaja y en dónde está, porque le interesan sus antecedentes, como inició su historia, quiénes fueron sus dueños, a qué se dedicaban antes de ello, cuáles son sus socios y cuáles las perspectivas a futuro.
Jamás prejuzgar
Jamás se debe de juzgar al comprador, sin importar que el prospecto diga que tiene un presupuesto limitado o no tiene dinero, por lo que trata a las personas como si fueran realmente a cerrar el trato, beneficiara la consumación de la compra. es preciso tener en cuenta que el cliente tendrá miles de historias, muchas pueden ser ciertas y otras no, pero es importante no dejarse convencer en un inicio, asimilando y analizando cualquier oportunidad que se presente para vender.
Disponibilidad para la venta
Un buen vendedor siempre debe estar dispuesto a hacer negocios, aún en lo que para otros sería su día libre. Si un potencial cliente recibe una negativa de que en ese momento no se puede atender, le será muy molesto y probablemente ya no quiera volver a contactar. Es recomendable programar las citas en todo momento, puede hacerse a través de Twitter o Facebook, y nunca apagar el celular.
Prepararse para la venta
Los expertos indican que es muy importante conocer al cliente, antes de la primera cita personal, hay quienes actúan pensando que tienen todo bajo control, esto es un gran error, porque es muy común que pasen cosas que no se tenían contempladas. prepararse es fundamental para el vendedor, por lo que debe repasar el plan de venta, las veces que considere necesarias. Tener los elementos necesarios para la visita:
Vender un producto o servicio sin conocerlo es un paso cercano a no tener el éxito deseado; lo de hoy en ventas es que sean consultivas y sobre todo que se enfoquen a satisfacer las necesidades del cliente. Se debe hacer un análisis integral del producto: características físicas, de servicio, las ventajas que tiene en comparación con el mercado y la competencia y todas las posibilidades que le pueda ofrecer a cualquier cliente.
No desanimarse si no se vende
No siempre se tiene éxito y sentir frustración es algo común, lo importante es saber manejarla. hay estudios que señalan que, de 10 citas, una es exitosa, esto depende de factores como: experiencia técnica y cualidades como persona, integridad, proactividad, adaptabilidad y creatividad, etc.
“Cuando el vendedor se preocupa por satisfacer las necesidades del cliente, deja de ser una propuesta más y se convierte en el socio del negocio. El cliente se da cuenta que trabajas para ayudarle y no sólo para satisfacer tus necesidades individuales. Si gana el cliente, ganas tú y gana tu empresa”.
Las finanzas de una empresa nunca deben ser tomadas a la ligera. Representan uno de los recursos más importantes de la empresa y deben tomarse con seriedad y, sobre todo, responsabilidad.
Deben ser manejadas por expertos o conocedores y nunca permitir que sea gestionada por incompetentes o gente de quien se desconfíe. Los siguientes 7 consejos servirán como base para comenzar a llevar las finanzas empresariales por el camino correcto y sin complicaciones:
Realizar un presupuesto y apegarse a él. Contar con un presupuesto claro y por escrito de gastos, compras, ventas, deudas y compromisos para con otros es importante para la sustentabilidad económica del negocio. La planeación para el manejo de efectivo es clave en cualquier empresa. Siempre se deben tener en cuenta la inflación, los tipos de cambios (si se realizan acciones comerciales en el extranjero), intereses y cualquier tipo de indicadores. Además, todas las cuentas deben estar al día y correctamente registradas.
Contar con una reserva de efectivo. Debe incluirse como un gasto más. La reserva de efectivo debe tomarse en cuenta como ahorro financiero, nunca se sabe en qué momento sea necesario para nuevas compras, inversiones o cualquier imprevisto urgente. Esta reserva también tiene que registrarse adecuadamente y de inmediato.
No fiar. Parece lógico, pero muchas veces las empresas (sobre todo los pequeños comerciantes) olvidan que fiar desequilibra la balanza a favor del cliente, no importa si este es muy cumplido o consumidor asiduo, nunca se sabe qué pueda ocurrir y podría llegar a ser un golpe duro para la empresa si comienza a tomarse como hábito la fianza.
Mantener equilibrio entre las entradas y las salidas de efectivo. Las salidas de efectivo, es decir; las compras, gastos, inversiones pagos, etc. NUNCA deben ser mayores a las entradas. El punto de equilibrio es aquel en el que los gastos son iguales a las ventas de la compañía. Por supuesto que no debe perseguirse el punto de equilibrio, siempre debe buscarse la utilidad, pero el equilibrio es un buen referente para saber que las cosas se están haciendo correctamente.
Se puede conocer muy bien esta información gracias al presupuesto del que se habla en el primer punto, por eso las cuentas y los registros deben estar al día y en orden.
Registrar diariamente ingresos y egresos. Si bien el presupuesto es útil para darse una idea general del estado financiero del negocio, los registros diarios resultan relevantes al final del mes o para abonar a la reserva de efectivo del que se hablaba en un punto anterior. Además, son la muestra fehaciente de cómo está yendo el negocio día a día, qué días hay más afluencia de clientes, etc.
Respetar los plazos. Todas las empresas grandes o pequeñas tienen deudas, así funciona el comercio. Sin embargo, varias empresas fracasan porque sus deudas exceden sus ingresos o, porque se pasan de los plazos para pagar, lo cual genera intereses, en consecuencia, la deuda aumenta. Una empresa no puede permitirse extralimitarse de los plazos fijos para hacerse cargo de sus obligaciones.
Un calendario de pagos es una buena sugerencia para mantenerse alerta y al día de cada deuda.
Buscar reinversiones. Si existen utilidades, guardarlas en un banco no es siempre la mejor opción. Se debe analizar la situación financiera e investigar si una parte de dichas utilidades pueden reinvertirse en activos para la empresa. Obviamente, este punto depende mucho de la compañía, en qué punto de crecimiento se encuentra, si es necesario o no invertir y realizar un buen análisis del estado de la empresa. De todas formas, se debe buscar mover el dinero y no dejarlo estancado por mucho tiempo.
Cuidar los tiempos: La administración de los recursos financieros de una empresa requieren de cuidados y de tiempos específicos para generar ganancias, por lo que no se deben extraer los recursos más allá de sus capacidades, o es posible que se estanque y pueda caer en banca rota. El dueño de la empresa debe verse como un administrador, al que alguien le encarga su cuidado y que deberá entregará cuentas al verdadero dueño.
Inversión inteligente: Como emprendedor y dueño de un negocio o empresa, es recomendable que inviertas en salarios decorosos, uno o dos cursos de capacitación al año, materias primas de buena calidad y proveedores confiables, con ello, podrás observar de forma escalonada el crecimiento de la empresa y las respectivas ganancias. Recuerda “lo que siembres, cosecharas”, ante ello, si siembras con abundancia cosecharás con abundancia.
Visualización del mercado: Jamás adquieras algo que no sepas cómo utilizar o donde y para quien venderás, pues son los ingresos por venta la única forma de que una empresa esté sana. Enfócate en un principio en conseguir clientes y cerrar ventas, sin comprometer el capital de la empresa, donde todos los recursos y acciones deben estar siempre orientados a añadir valor, priorizando siempre las necesidades.
Valorar tu mercancía: No debes menospreciar o “malbaratar” tus productos o servicios, sólo para poder vender, aunque sea algo. Si no crees en el valor de lo que ofreces, tus clientes tampoco lo harán.
Controlar las finanzas: Si el propósito es que nuestra empresa perdure en el tiempo, el primer paso consiste en realizar un análisis de la situación financiera actual en la organización, respondiendo cuestiones como:
¿Cuál es el patrimonio actual de la organización?
¿Cuál es el flujo de caja de nuestra empresa?
¿Cuál es el nivel de endeudamiento?
¿Qué tan pesada es la relación entre el pasivo a corto y largo plazo y los activos?
¿Cuáles son las alternativas de financiamiento?
Asumir riesgos: Hay que aprender a asumir riesgos controlados y terminar con el tabú de que el endeudamiento es siempre negativo: el buen empresario sabe utilizar la financiación externa para aprovechar aquellas oportunidades que permiten el crecimiento del negocio.
¿Cómo obtener financiamiento?
Obtener financiamiento para pequeñas y medianas empresas que apenas comienzan o que desean expandir su capital de trabajo es supremamente importante. Representa una de las decisiones más importantes y difíciles para un empresario. No debe ser tomada a la ligera, mucho menos cuando corre riesgo la economía personal y el sustento de la propia compañía.
A continuación se enumeran algunas instituciones en las que es posible y realmente factible pensar para tomar esa decisión de financiamiento:
1. Conseguir inversores. Contactar con familiares, amigos, conocidos o simplemente particulares, interesados en invertir en el proyecto empresarial. Para ello es necesario contar con un plan de negocios realista y bien estructurado para presentarlo de manera dinámica y atractiva al posible inversor.
Dentro de este punto cabe destacar que solicitar préstamos a familiares o amigos puede ser más beneficioso, pues la tasa de interés puede ser negociada más fácilmente, e incluso, si es alguien muy allegado, puede llegar a ser omitida. Además los plazos para pagar son más flexibles y puede evitarse la realización de un plan de negocios.
2. Solicitar un crédito bancario. Actualmente existen muchas instituciones bancarias dispuestas a apoyar a las empresas y a los emprendedores con plazos y montos muy accesibles y requisitos mínimos. Dichos requisitos dependen de la institución bancaria, ya que algunos ofreces sus servicios a personas físicas que cuentan con actividad empresarial y que desean expandir el negocio, mientras que otras apoyan a los nuevos empresarios a comenzar su actividad.
3. Instituciones Gubernamentales. Programas instituidos por el Gobierno que, muchas veces, cuentan con apoyos económicos y de asesoría empresarial. Exigen planes de negocios bien estructurados y presentados y el llenado de ciertos registros antes de presentar los proyectos. Puesto que son financiados por el Gobierno, es menor la posibilidad de aceptación de crédito que cualquiera de las otras instituciones aquí mencionadas. Algunas de ellas son:
Secretaría de Economía. Programa Capital Semilla Pyme.
Secretaría de Economía. Programa Nacional de Microempresas.
Fondo Nacional del Emprendedor.
Red de Apoyo al Emprendedor.
4. Otras Asociaciones. Conjunto de instituciones bancarias o no, que se unen para apoyar al pequeño y mediano empresario, así como al emprendedor, a obtener financiamiento ya sea para capital de trabajo o como inversión inicial. Algunas de ellas promueven el emprendimiento y brindan asesoría. Como ejemplo:
ASEM (Asociación de Emprendedores de México). Organización civil sin fines de lucro, apoyado por instituciones como: Santander.
Antes de comenzar cualquier trámite para financiamiento, es sumamente importante informarse bien de todos los aspectos legales, jurídicos y económicos que el trámite conlleva. Estudiar cada una de las opciones, analizarla a la perfección y no acelerarse en la toma de decisión, puesto que una vez firmados y entregados los papeles correspondientes, no hay marcha atrás.
Un cliente que no quiere pagar o que retrasa el pago por mucho tiempo, es un constante dolor de cabeza para cualquier ejecutivo o dueño, no únicamente por la pérdida monetaria que representa, sino por el esfuerzo extra que debe hacerse en el acto de la cobranza.
De hecho, muchos empresarios deciden dejar a esos clientes por la paz y concentrarse en los clientes que sí pagan, pero la deuda se queda ahí y el efectivo nunca se recupera.
Lo mejor es aprender a gestionar a esos clientes que se retrasan en el pago de la siguiente forma:
Mostrar prudencia. Nunca actuar bajo una influenza impulsiva y agresiva. Se debe controlar la situación, pensar con la mente fría y ser amable y comprensivo, sin desesperarse y siempre en armonía con el cliente.
Comunicación con el cliente. Una llamada telefónica o una visita a la oficina del cliente como recordatorio de su deuda, siempre con amabilidad y respeto. Preocuparse por las razones detrás de la mora, muchas veces el cliente se encuentra dispuesto a pagar pero no cuenta con los recursos en ese momento. Algunas veces una simple conversación puede solucionar situaciones y crear lazos más estrechos.
Proporcionar facilidades de pago. Habiendo resuelto la comunicación con el cliente, y conociendo de antemano su situación, podría renegociarse el sistema actual de pagos y ofrecer plazos o montos que beneficien al cliente y le permitan realizar sus pagos correspondientes a tiempo.
Advertir sobre penalizaciones por demora. Si la situación con el cliente no mejora, no existe comunicación asertiva y los pagos atrasados son demasiados o recurrentes, es necesario advertir al cliente sobre posibles penalizaciones por atraso. Dicha advertencia se puede realizar vía correo electrónico o llamada, y es importante indicar al cliente a cuánto ascenderían los plazos mensuales si la penalización fuera requerida.
Mostrar agradecimiento cuando el pago se haya efectuado. Aunque el cliente se haya demorado, es importante la educación y el respeto. Agradecer al cliente por su pago, es una muestra de confianza a pesar del incumplimiento, y de que podrían continuar existiendo negociaciones entre ambas partes en un futuro.
¿Qué hacer con un cliente que definitivamente no quiere pagar?
Ahora que si un cliente definitivamente no quiere pagar, es imprescindible hacer lo siguiente:
Recordar amablemente al cliente que tiene un pago vencido pendiente. De preferencia, el recordatorio debe ser por teléfono, pero si el cliente se rehúsa a contestar, un correo electrónico es suficiente. Lo importante es no dejar la situación enfriarse y no permitir que le cliente piense que la deuda ha quedado olvidada y, por lo tanto, “saldada”.
Preguntar las razones del impago. Nuevamente la comunicación asertiva es indispensable. Una vez sabiendo las razones por las que el cliente no quiere pagar, se puede llegar a resoluciones o decisiones efectivas. Como se dijo antes, existen situaciones en las que el deudor sí desea pagar, pero no cuenta con los recursos. La forma de resolver el conflicto depende de ambas partes, y si es que el cliente no quiere pagar sin alguna razón aparente, puede tomarse la resolución de resolver el asunto de manera legal. Todo depende de la comunicación.
Dependiendo de la situación; ofrecer otro plazo para efectuar el pago. Ofrecer nuevos plazos o nuevos montos puede hacer la diferencia entre el pago del cliente o el olvido de la deuda. Se debe ser flexible a pesar de la negativa del cliente, si es que no se quiere perder ese dinero por completo.
Contemplar la posibilidad de realizar un descuento en el próximo pago. Este punto es una extensión del anterior. Pueden ofrecerse nuevos plazos y/o realizar descuentos en próximos pagos, dependiendo de la situación financiera del deudor.
Buscar un intercambio por impago. Existe la posibilidad de que el cliente definitivamente no pueda o no quiera pagar. En ese caso, puede ofrecerse un intercambio de actividades por el efectivo que se debe. Por ejemplo: si el cliente se dedica a alguna relación comercial que tiene que ver con el negocio; es decir, si (nuevamente como ejemplo) el deudor trabaja en un restaurante,puede ofrecer servicio de comedor a domicilio para el negocio al que debe hasta que cubra la deuda, o cualquier intercambio que logre saldar la deuda.
Evitar que el cliente acceda al producto o servicio. Cortar conexión del cliente con el producto o servicio que se le ofreció, es otra forma de lograr que salde su adeudo. Si bien, probablemente disfrutó del producto o servicio por un tiempo, la falta de este puede permitir que recapacite sobre la necesidad que tiene de este y busque contactar a la empresa y saldar de alguna forma su deuda.
No trabajar más con ese cliente. Si de antemano se sabe que el cliente no pagará, lo mejor y más saludable es dejar cualquier tipo de relación comercial con él, esto no representaría una pérdida para la empresa, probablemente resulte mejor cortar estas relaciones a mediano o largo plazo.
Enviar la factura a una empresa especializada en cobro a morosos o factoraje financiero. Las empresas especializadas en cobranza pueden ser la mejor opción para lograr que el cliente pague su deuda de una vez. Se debe investigar a fondo a la empresa y buscar buenas referencias. Es importante nunca contratar esa asesoría sin estar seguro de que resulta efectiva y que ha favorecido a más compañías.
¿Cómo cobrar las facturas a tiempo?
Cobrarfacturas a tiempo siempre resulta ser molesto. Cuando se tiene una gran cantidad de trabajo puede, incluso, llegar a olvidarse y las facturas se queda sin ser pagadas más tiempo de lo que deberían. Algunas veces más, los clientes son un tanto difíciles de encontrar o de cobrar, ya sea por su carácter o porque siempre brillan por su ausencia.
Sin importar las razones, los siguientes métodos para cobrar facturas pueden resultar bastante eficientes:
1. Programa de facturación online. Este tipo de programas llevan un registro de la información de los clientes, son capaces de determinar el perfil del cliente y otorgarle un crédito que se ajuste a él y determina qué cliente está cerca de vencer su factura para que el personal apropiado pueda llevar a cabo el seguimiento indicado unos puntos más abajo. Estos programas no olvidan, por eso son muy efectivos y seguros a la hora de necesitar cualquier tipo de ayuda extra, en este caso, de cobro.
2. La facturación debe ser rápida y limpia. Elaborar las facturas lo más rápido que sea posible, cuanto antes mejor. De hecho, lo ideal sería hacerla cada vez que acaba de terminar una venta y entregarla inmediatamente junto con el cobro correspondiente. Si no puede ser de esta forma, tratar de realizarla en cuanto la venta se haya concretado y el cliente se haya ido. Así es más seguro que se puedan corregir errores a tiempo y se reducen los pretextos de pago por cuestión de facturas que no se entregaron a tiempo.
3. Mantener buena relación con el cliente. No únicamente antes y durante el proceso de venta, sino también en la posventa. Siempre estar en contacto y pendiente de las subsecuentes necesidades del cliente y para dar seguimiento de las facturas; saber si llegó su factura (si se envía por facturación electrónica), si los datos son los correctos, y enviar recordatorios de próximas facturas a vencer (mínimo una semana antes de la fecha de vencimiento).
4. Negociar los términos de pago. Este punto no se refiere a negociar los términos antes de agotado el plazo. Conversar con el cliente sobre sus necesidades económicas actuales y a mediano plazo. Ser accesible con los métodos y proporcionar facilidades como: plazos fijos y montos accesibles antes de cerrar el trato de venta y redactar dichos términos en el contrato. Resulta más factible, además, cobrarle al cliente ahí mismo en el momento de la venta y entregar su factura de inmediato. Esa es otra forma de asegurar un pago puntual.
5. Crear un sistema de pagos basado en recompensas. Las recompensas son siempre alicientes para motivar al cliente. Podría crearse un sistema en el que el consumidor cumplido reciba cierto porcentaje sobre el precio total por pronto pago o un descuento en su próxima compra.Por el contrario, si el cliente no paga durante el plazo que ha sido claramente establecido, podría crearse un sistema de “castigo”, en el cual se vayan acumulando los intereses cada día de mora. Este tipo de recompensas y sobre todo los castigos, deben ser perfectamente especificados en el contrato o mediante documentos adicionales con valor jurídico que el cliente tiene que comprender y firmar.
Por otro lado; si el cliente ya se ha retrasado, estos puntos pueden ser de mucha ayuda en el proceso de cobro:
1. Controlar la situación. Comunicarse con el cliente cordialmente a más tardar de 24 a 48hrs después del retraso y preguntarle las razones de la mora, preguntarle si existe algún problema personal o financiero y si es necesario, ofrecer plazos más accesibles y montos más económicos.
2. Recordar la mora. Este punto no debe esperar, debe ser exactamente al día siguiente del incumplimiento. Muchas veces los clientes están ocupados y olvidaron la deuda, un simple recordatorio cordial puede solucionar fácilmente el problema, de preferencia con una llamada porque resulta más personal.
3. Ser insistente. Si el cliente se retrasa constantemente, lo mejor es anticiparse a la deuda y marcar incluso una semana antes, si bien no todos los días, al menos cada dos días y comentar acerca de las penalizaciones por mora que se comentaron en un punto anterior.
¿Cuáles son los pasos para aprender de las quejas de los clientes?
Los pasos para aprender de las quejas de los clientes son bastante sencillos. No es necesarios mover cielo, mar y tierra para tener a un cliente completamente satisfecho. Los siguientes demuestran lo simple que es atender y aprender de un cliente molesto o insatisfecho:
Reconocer la responsabilidad. En situaciones de inconformidad, es muy importante que el directivo, ejecutivo o supervisor encargado, asuma y reconozca que se ha cometido un error y que es necesario solucionarlo. Tener una actitud a la defensiva o negar la responsabilidad puede traer consigo tanto pérdidas en efectivo, como en clientes, y eso no es bueno para el negocio.
Comprender los puntos de vista del cliente. Entender lo que el cliente quiere decir, ser receptivos. La queja de ese cliente, puede ser la queja de muchos que no han alzado la voz. Hacerlo sentir comprendido es el primer paso de aceptación del error y permite que el cliente sienta que sus quejas y necesidades son genuinamente tomadas en cuenta.
Dejar que exprese su insatisfacción. Escuchar atentamente sin interrumpir. Tener paciencia y permitir que se desahogue deja abierto el camino para conocer la situación y encontrar la solución más óptima.
Mantener la calma. Jamás molestarse ante las quejas del cliente. La tranquilidad que el directivo demuestre podría lograr que un cliente realmente molesto se calme y se exprese correctamente, o puede ser el inicio de un conflicto que consiga la pérdida de uno o varios clientes, todo depende de qué actitud se tome ante este tipo de situaciones.
Hacer preguntas. Hacer las preguntas que se consideren necesarias para encontrar soluciones inmediatas.
Intentar que el cliente proponga soluciones. Si el cliente se encuentra en disposición, es buena idea comentarle que se está dispuesto a mejorar y que se estaría muy agradecido si pudiese proponer una o dos soluciones rápidas y eficientes. Es muy difícil que el cliente no quiera colaborar y se sentirá escuchado, comprendido y valorado.
Buscar y comunicar una respuesta inmediata. Una vez que el cliente haya propuesto soluciones, se debe conversar con quien haga falta. Si la decisión la puede tomar el mismo directivo por sí solo, es importante que tome una decisión inmediata y la comunique al cliente y a todos aquellos directa o indirectamente relacionados con la situación. No siempre resultará una solución definitiva, pero al menos, puede ser un resultado momentáneamente satisfactorio, mientras puede darse una resolución definitiva.
Comprobar que el cliente haya quedado conforme con la solución. Una vez resuelto el problema, es necesario acudir nuevamente con el cliente y preguntarle si la solución que se ha tomado le parece satisfactoria. Si la respuesta es afirmativa, se tendrá a un cliente contento y probablemente fidelizado.
Ofrecer compensación. Ahora bien, si la respuesta a la pregunta anterior es negativa, puede ofrecerse una compensación que convenga a ambas partes, por supuesto dependiendo de la situación.
Un paréntesis importante. Muchas veces el esfuerzo y el tiempo desgastado en un cliente, no posee mucho valor para la compañía. Es cierto que todos los clientes son importantes, pero no todas las quejas valen la pena, o, son realmente trascendentales. Por ejemplo:
Si el cliente es ocasional. Este tipo de clientes no son fieles a la empresa, van y vienen y no simbolizan ni representan grandes ganancias. Aunque es importante escuchar sus quejas y tomarlas en cuenta, probablemente no sea necesario resolverlas en ese preciso momento, aunque deben tomarse medidas para que, si la queja está bien fundamentada, pueda solucionarse a la brevedad.
El cliente no es el público objetivo. Es decir, adquirió el producto una sola vez para satisfacer una necesidad o deseo en ese instante, pero no es recurrente. En este caso, puede dejar la queja por escrito para analizarla posteriormente.
El cliente es conflictivo. No desea razonar, no escucha y simplemente es un dolor de cabeza. Dejar ir a ese cliente es lo mejor para la salud mental, es muy posible que no sea la única empresa o negocio con quien lo haya hecho antes.