Los indicadores para medir la publicidad por internet son muy útiles para saber si la estrategia que se está siguiendo está alineada con los objetivos y si cumple con las expectativas organizacionales. Son fáciles y muy rápidos de utilizar.
De cualquier forma, siempre es mejor contratar a un experto en el marketing online para revisar cada uno de los puntos que a continuación se mencionan:
Encuestas en la página web o redes sociales. Este punto es el más “laborioso”, por así decirlo, pero no menos efectivo. Es una forma de medir la publicidad, pero también de revisar y analizar la satisfacción del cliente. Funciona en los dos sentidos si sabe cómo emplearse adecuadamente.
Costo por clic (CPC). Cuando se realiza una campaña publicitaria vía online (redes sociales, banners en páginas o en la propia) es relativamente sencillo analizar el costo por clic. Este resulta de dividir el costo de la campaña entre el número de clics logrados; este es el costo de lo que se pagó por cada clic.
- Cabe mencionar que cada red social y cualquier campaña vía online cuenta con un apartado específico para analizar cuántos clics se lograron. Solo basta con entrar en la pantalla que diga “campaña publicitaria” o “publicidad” (cada red social se mueve de forma diferente) y las estadísticas se despliegan por sí solas.
Click through rate (CTR). Conocido como porcentaje de clics en español. Es el número de personas que dieron clic a la publicación entre el alcance total. Esta métrica indica el atractivo del encabezado y la relevancia del contenido para la audiencia.
- Costo por adquisición. Este es, como su nombre lo indica, el costo final de cada persona que obtuvo cualquier producto o servicio que se haya ofrecido. Se mide dividiendo la inversión total de la campaña entre el número de personas que lo adquirieron.
- Conversiones. Una “conversión” es cuando una persona realiza lo que la llamada a la acción le indica; puede ser: clic aquí, descarga ahora, contáctanos, etc. Por tanto la cantidad de conversiones nos da la idea de la cantidad de personas realmente interesadas en nuestro producto.
Tasa de conversión. Se obtiene dividiendo el número de persona que realizaron la acción entre la audiencia total (es decir, el número total de personas que vieron la publicación) y multiplicando el resultado por cien.
¿Por qué la publicidad por internet es altamente recomendada?
La publicidad efectiva por internet o marketing digital ha dejado de ser un mito para convertirse en una realidad. El mundo de hoy exige la innovación del internet como medio efectivo para darse a conocer. Dicen que la empresa que no está en la red, simplemente no existe, y eso es una realidad.
Sin embargo, que el internet sea global es una gran ventaja tanto para internautas, como para empresas y anunciantes. Estas son 8 de las grandes ventajas con las que cuenta la publicidad por internet actualmente:
- Bajos costos. Además de rápida y sencilla, la publicidad por internet resulta ser bastante económica. Las redes sociales pueden llegar a ser una fuente sumamente importante de tráfico de posibles clientes potenciales. Gracias a, por ejemplo, Google Adwords o Facebook Ads, las empresas pueden llegar a un gran número de personas a precios muy accesibles.
Facebook Ads, de hecho, permite que la publicidad se lleve a cabo al precio que se considere justo o que se tenga a disposición. Además, existe la posibilidad de probar varias veces con diferentes cantidades, fechas y horarios, y moderar cuál es la más efectiva.
También existe la publicidad de banners en páginas con mucho tráfico, publicidad pagada en Instagram, y puede buscarse el asesoramiento profesional de empresas dedicadas precisamente a la implementación de campañas publicitarias efectivas.
Segmentación. Es muy interesante dentro del mundo de la publicidad online, la capacidad de segmentación del mercado potencial al que se dirige la compañía tan amplia con que se cuenta. Existe la posibilidad de segmentar como en los medios tradicionales: segmentación demográfica y geográfica; pero también puede realizarse una segmentación psicográfica, es decir, un estudio basado en la psicología, personalidad y estilo de vida (entre otros) del posible cliente.
- Interacción. La empresa puede recibir respuestas en tiempo real del receptor o posible cliente y saber qué piensa del servicio ofertado, qué le gusta y qué no. Es una forma de retroalimentación sencilla y directamente basada en el cliente, aquí no existen adivinanzas, el propio consumidor opinará sobre el producto o servicio, como se dijo antes, en tiempo real y sin censuras.
Efectividad. Gracias a las redes sociales la publicidad llega a todas partes del mundo, sin fronteras y sin límites. El cliente potencial se encuentra ahí, esperando por los productos que las compañías ofrecen y que gracias al internet y a la precisa publicidad, pueden adquirir sin mayores problemas.
- Ahorro de tiempo. La publicidad online es bastante rápida. De hecho, redes sociales como Facebook con Facebook Ads, proporcionan al usuario un breve cuestionario sobre segmentación, tipo de anuncio, costo que se desea pagar, entre otros, que no lleva más de 5 minutos para ser contestado y que puede llegar a un sinnúmero de personas en un corto periodo de tiempo.
Confiabilidad. Actualmente los internautas se sienten confiados en adquirir productos en línea porque se han acostumbrado a dicho formato. Las empresas se han preocupado por generar buen ranking en cuanto a calidad y los consumidores creen en ellas y en sus productos.
- Flexibilidad. Los nuevos formatos de publicidad por internet se adaptan fácilmente a cualquier estrategia. Pueden emplearse campañas similares para diferentes plataformas y medios, y no es difícil ajustar esas campañas sin perder la esencia de la marca o el mensaje que desea ser transmitido.
Fácil medición. Medir el impacto de cada campaña se vuelve más sencillo gracias a las estadísticas de medición de cada plataforma o medio. Solo basta accesar al medio elegido para controlar y determinar el alcance de cada publicación.
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COMO PASAR DE EMPRENDEDOR A EMPRESARIO

Encuestas en la página web o redes sociales. Este punto es el más “laborioso”, por así decirlo, pero no menos efectivo. Es una forma de medir la publicidad, pero también de revisar y analizar la satisfacción del cliente. Funciona en los dos sentidos si sabe cómo emplearse adecuadamente.
Click through rate (CTR). Conocido como porcentaje de clics en español. Es el número de personas que dieron clic a la publicación entre el alcance total. Esta métrica indica el atractivo del encabezado y la relevancia del contenido para la audiencia.
Tasa de conversión. Se obtiene dividiendo el número de persona que realizaron la acción entre la audiencia total (es decir, el número total de personas que vieron la publicación) y multiplicando el resultado por cien.
Segmentación. Es muy interesante dentro del mundo de la publicidad online, la capacidad de segmentación del mercado potencial al que se dirige la compañía tan amplia con que se cuenta. Existe la posibilidad de segmentar como en los medios tradicionales: segmentación demográfica y geográfica; pero también puede realizarse una segmentación psicográfica, es decir, un estudio basado en la psicología, personalidad y estilo de vida (entre otros) del posible cliente.
Efectividad. Gracias a las redes sociales la publicidad llega a todas partes del mundo, sin fronteras y sin límites. El cliente potencial se encuentra ahí, esperando por los productos que las compañías ofrecen y que gracias al internet y a la precisa publicidad, pueden adquirir sin mayores problemas.
Confiabilidad. Actualmente los internautas se sienten confiados en adquirir productos en línea porque se han acostumbrado a dicho formato. Las empresas se han preocupado por generar buen ranking en cuanto a calidad y los consumidores creen en ellas y en sus productos.
Fácil medición. Medir el impacto de cada campaña se vuelve más sencillo gracias a las
¿Cómo saber que tienes un desorden en tu empresa?
Los objetivos empresariales no están claros. Cuando los objetivos de la empresa no están claros, no son realistas o son incongruentes, se entra en un proceso de desorganización y de carencia de recursos de todo tipo. Las estrategias se convierten en algo innecesario porque no existe meta a la cual llegar.
No existen métricas. Las métricas son esenciales para comprender cómo se comporta la empresa, los clientes y el entorno en general (la competencia, por ejemplo). Sin las herramientas de medición adecuadas simplemente no hay rumbo ni dirección; fuera o dentro de la compañía.
Plazos vencidos. Otra muestra de desorganización y que puede ser provocada por el punto anterior es el hecho de contar con facturas vencidas, no importa si tienen un día o un año de vencimiento, siempre dan mala imagen y demuestran la falta de organización y control dentro de la administración empresarial.
Disminución de las ventas. Si las ventas han bajado, y ha sido una constante durante mucho tiempo, es un hecho que hay un problema que requiere ser resuelto. La disminución en las ventas no siempre resulta ser un desorden, puede deberse a varios factores, pero como se mencionó antes, si es una constante de meses, es preocupante y muestra suficiente de que hay que hacer muchos ajustes.
Horarios estrictos de comida de menos de una hora. El horario de comida es un tiempo muy importante para el empleado, puede tener la oportunidad de conversar con sus compañeros y deslindarse de las responsabilidades del día, o si aplica salir a su casa y comer con su familia. Los horarios estrictos estresan al trabajador y puede regresar a sus actividades frustrado e insatisfecho.
Prohibición para recibir llamadas. El trabajador tiene una vida fuera de su trabajo, tiene responsabilidades y seres queridos. Si bien es importante que no pierda tiempo en llamadas innecesarias, muchas veces son urgencias que ameritan ser atendidas. Por lo tanto, hay que darle el espacio que necesita para realizar o recibir sus llamadas importantes, con la firme convicción de que esas llamadas no serán irrelevantes (chismes y pláticas innecesarias, por ejemplo).
Promover la idea de que el cliente siempre tiene la razón. Las empresas que se manejan con ideas anticuadas tienen la fuerte convicción de que el cliente siempre tiene la razón, no siempre es así. Fomentar esta idea siempre, antes de averiguar la situación, frustra y desautoriza al empleado frente al consumidor, lo hace sentir menospreciado. El supervisor o directivo debe investigar qué pasó antes de llamar la atención injustamente al empleado frente al cliente. 
Canal de comunicación gratuito. Regularmente, en medios convencionales, la comunicación no resulta gratis, y si lo es, puede ser un proceso tardado y tedioso. Gracias al chat, la respuesta es sin costo, lo que permite que el cliente se sienta mejor comunicándose de esta forma.
Administracion de multiples conversaciones. Esta es una de las mayores ventajas. Pueden entablarse más de una conversación sin perder el hilo y atender a más de un consumidor, sin que ellos tengan que esperar por una atención personalizada.
Diferenciación. No todas las compañías cuentan con chat en su página web, Esto, generalmente, marca una gran diferencia entre la propia empresa (o marca) y la de la competencia. El cliente se puede inclinar por aquella que responda inmediatamente a sus necesidades y/o conflictos.
Ofrece información adicional. Sucede que en algunas ocasiones la página web no ofrece toda la información que el cliente necesita. Es ahí donde contar con un chat puede transformar esas dudas en una venta en frío. 



Aprender a escuchar. Cuando se trata de negociar, la parte de la escucha activa es sumamente importante, ya que gracias a ella se conoce el punto de vista y las necesidades del interlocutor. Demuestra respeto y confianza hacia el otro. Además, permite llegar a acuerdos efectivos porque ambas partes se encuentran convencidas de que las intenciones y los puntos clave de negociación de su contraparte.
Tener objetivos claros. ¿Qué es exactamente lo que se espera obtener de la negociación? Cuando los objetivos no son claros, se pierde la intención del acuerdo y podría no resultar tan asertiva como se tenía pensado, no precisamente porque la otra parte no haya correspondido, sino porque aquello que realmente se necesitaba pactar no era lo suficientemente obvio.
Comunicación asertiva. La comunicación por ambas partes debe ser fluida, clara, sencilla, sincera y en términos comunes. Todo lo que se hable debe ser transparente, sin mentiras ni omisiones.
Mostrar una actitud positiva. Al principio de la negociación es necesario ser amable y receptivo. Las negociaciones no siempre están libres de tensión y relajar a la contraparte es una excelente de forma de lograr que se abra para escuchar.
Argumentar claramente la propuesta. Es indispensable exponer la propuesta de manera clara y concisa y responder a todas las preguntas del interlocutor. También se debe estar seguro de los puntos han sido entendidos.
Concesiones. Una vez que ambas partes hayan expuesto sus puntos, de no haberse llegado a un acuerdo rápido (como pasa regularmente), es bueno comenzar a ceder. Antes de llegar a este punto, se debe estar muy pendiente de la actitud del interlocutor, de su lenguaje corporal, para darse cuenta si este se encuentra abierto a ceder también.
No ceder ni ser flexible. Si se han escuchado ambas partes y la reunión se ha extendido demasiado o, la contraparte siempre llega a conclusiones negativas como: “es mucho dinero, es un gran descuento, no puedo aceptarlo, no es posible” y otras negativas constantes que no pueden ser refutadas por falta de disponibilidad del interlocutor, lo mejor es despedirse amablemente y dejar la mesa, no sin antes dejar la puerta abierta por si cambia de opinión.
Propuestas condicionales. Utilizar el típico “si tu…”. Por ejemplo, ofrecer un descuento mayor, si este reduce sus precios, o muestra mayor publicidad, o cualquier situación que resulte conveniente.
Concretar el acuerdo. Una vez que el acuerdo se ha concretado, es necesario releer y volver a comentar los puntos que se han acordado, que todo quede perfectamente esclarecido desde el primer momento.
El trabajo diario está creciendo. Cuando las responsabilidades y actividades diarias crecen, debido al incremento de las ventas, podría ser un momento apropiado para contratar a una compañía externa que se haga cargo de ciertas actividades, esto ayuda a reducir el estrés del personal y evita el largo proceso de reclutamiento, selección y capacitación de nuevos empleados.
Se desea brindar un valor agregado al cliente. En este sentido, el outsourcing funge como un “proveedor” o “distribuidor” de un producto o servicio que nuestra empresa no otorga. Entonces, la compañía de outsourcing brinda su producto o servicio, nuestra empresa lo “compra” y este mismo producto o servicio es entregado al cliente como extra de lo que la organización ofrece.
Optimización de los procesos. La tecnología, actualmente, es un recurso indispensable y es necesario saber sacarle todo el provecho que se pueda. Para ello, un especialista en tecnología es la opción adecuada, puesto que conoce todas las formas en que puede sacarse fruto al recurso tecnológico disponible para mejorar los procesos de producción, ventas, administración, etc., únicamente empleando los programas de información tecnológicos adecuados en cada situación y momento.
Aumento en la competitividad. Lo anterior comentado va creando una cadena de situaciones afortunadas. El incremento de la productividad da como resultado un aumento en la competitividad debido a la eficiencia en los procesos. Ahora puede producirse más y mejor, los clientes quedan satisfechos gracias a la reducción y eliminación de errores, puede ampliarse la cartera de clientes porque se cuenta con la estructura para poder satisfacerlos, por mencionar solo algunos ejemplos. 
Margen de Utilidad Bruta. Para estimar el margen de utilidad bruta de un producto o servicio, es decir, la ganancia de un producto descontando los costos directos e indirectos de fabricación, es necesario seguir la fórmula:
Margen de Utilidad Neta. Para estimar la utilidad neta se suman el resto de
Esta fórmula muestra qué tan factible o redituable (o rentable) resulta vender un producto o servicio. Para ello, se tienen en cuenta dos factores: el costo y el precio de venta. La fórmula es la siguiente:
De 48 a 72 horas después. Si el cliente se mostró interesado, pero con muchas dudas para tomar la decisión, es necesario brindarle tiempo para pensar y no parecer muy “hostigoso” o desesperado por vender. La llamada puede ser muy casual y amigable preguntando cómo está y si ha pensado en la charla anterior. Es importante preocuparse por el cliente, no por la venta, el consumidor nota que el interés es únicamente por vender y puede terminar decepcionado.
Cada vez que exista alguna oferta. Se haya cerrado o no una venta con un posible cliente o con un cliente potencial, resulta muy valioso comunicarse con ellos cuando existe un descuento u oferta especial. No tiene que ser siempre a través de llamadas, un correo electrónico es menos invasivo y mantiene al cliente interesado en lo que se le puede ofrecer. 
Permiten que el cliente potencial empatice con la empresa o con la marca. El cliente potencial puede darse cuenta de inmediato si la compañía es honesta en cuanto a su información institucional (misión, visión y valores), únicamente analizando las opiniones de otros clientes. Lo que la empresa promete, debe cumplirse. Si sus acciones, la opinión satisfactoria del cliente y su información institucional van de la mano y son íntegras, el cliente logrará empatizar con ella y sentir que esta es capaz de cubrir sus necesidades.
Logran que el cliente conozca los beneficios del producto o de la empresa. Lo que se ve no se juzga. Cuando varias personas han expresado el agrado por comprar en la compañía, debe ser cierto. Siendo así, no hay necesidad de que la empresa exprese por ella misma los beneficios; los clientes mismos lo harán por ella.
Resultan ser garantías de calidad. Las opiniones positivas son una muestra sólida y contundente de que lo prometido es cumplido, y de que la satisfacción del cliente es lo más importante para la empresa. Mejor garantía que un cliente que se expresa a favor de la organización, no existe.
Tarjeta de Fidelización. Es la forma más común y más sencilla para aumentar las ventas gracias a un programa de puntos. Las tarjetas de fidelización otorgan y acumulan puntos que pueden traer consigo descuentos o regalos (dependiendo de la compañía) basándose en la cantidad de productos que se adquieran o en el monto final de la compra. No suelen venderse, sino que se otorgan a los
Códigos para tiendas online. Funcionan de forma similar a la tarjeta, la diferencia se encuentra en que estos códigos únicamente se emplean digitalmente. Cuando se realiza una compra en línea, el sistema digital está preparado para brindar los descuentos, regalos, beneficios o “cupones online de descuento” para usar posteriormente o en ese preciso momento de la compra. Empresas como Airydress (tienda en línea de moda), le proporcionan al cliente, por correo electrónico, un código que puede ser digitalizado para aprovechar cierto descuento, posteriormente, dependiendo del monto de la compra.
Recompensas en especie. Cuando el cliente obtiene determinada cantidad de puntos es recompensado con productos gratuitos para ser canjeados en ese momento o posteriormente.
El programa de lealtad de una pizzería funciona de la siguiente forma: el cliente acumula 2 puntos por cada dólar gastado; 200 puntos son canjeables por una pizza mediana y 250 por una grande. Es el sistema de puntos más sencillo, pero igual de efectivo.