¿Cuáles son los puntos claves para cambiar el chip de emprendedor a empresario?
Cambiar el chip de emprendedor a empresario no es tarea sencilla. Requiere de un cambio completo de mentalidad porque, siendo honestos, la educación universitaria no prepara empresarios, sino trabajadores.
Tratando de hacer el proceso menos complicado, se han enlistado algunas claves para comenzar el proceso poco a poco, con mucha paciencia y buscando que se eviten los errores de ideologías que llevan al fracaso:
- Probar una idea. Cuando se tiene una idea de negocio, lo mejor que puede hacerse es comprobar si llevarla a cabo resulta viable. Si se es un emprendedor que apenas se inicia en el mundo de los negocios o si ya se tiene experiencia en ese sentido, es básico que se pruebe que la idea realmente funciona y que el público está dispuesto a comprarlo. Las encuestas personales o vía online son un recurso muy eficiente para validar una idea.
- Cambiar de mentalidad. Cambiar el “chip” de empleado a emprendedor y de emprendedor a dueño puede no resultar del todo sencillo. Los pensamientos arraigados de escasez e insuficiencia necesitan ser reemplazados por unos de competencia y voluntad, puesto que el proceso de comenzar un negocio no es lo mismo que ser independiente o empleado, es mucho más complicado y requiere de una mente ágil y astuta.
- Carácter y pensamiento. Primero que nada hay que comprender una cosa: el carácter es formador de personalidades. No cualquiera es capaz de emprender. De hecho, son muchos más los empleados que los emprendedores. ¿Por qué? Porque el carácter y el pensamiento por lo regular son derrotistas. Esto no quiere decir que los empleados sean perdedores, más bien significa que prefieren “la seguridad” que la libertad financiera.
El empresario tiene claro que su tiempo es suyo, es capaz de cuestionarse constantemente acerca de su vida y su pensamiento no sigue a la mayoría. Suelen ser personas innovadoras y de carácter y personalidad firme; seguros de sí mismos y listos para luchar contra las adversidades que el ser empresario representa. Porque no todo es miel sobre hojuelas, son procesos muy difíciles llenos de obstáculos, que el empresario reconoce pero que no tiene miedo de explorar (o sabe enfrentarse a dichos miedos).
- Descubrir una pasión. Ojo: no es únicamente descubrir una pasión; sino contar con las habilidades, capacidades, talentos y conocimientos para llevarla a cabo y que reditúe. Si la pasión no es redituable, puede tomarse como hobbie y buscar emprender un negocio que represente ganancias y por el que se esté dispuesto a luchar hasta el final.
Después de descubrir la pasión y valorar si es redituable, es necesario llevar a cabo estos puntos que son muy importantes una vez analizado este paso:
- Viabilidad de dicha pasión en términos de negocio. Como se mencionó antes: ¿la pasión reditúa? ¿Cómo se puede lograr que lo haga? ¿qué otro negocio se puede abrir que permita generar las ganancias esperadas y que no sea desagradable para llevarlo a cabo toda la vida?
- Segmentar el mercado. Una vez analizado lo anterior es importante conocer y reconocer al cliente potencial: ¿qué le gusta y le disgusta?, ¿a qué se dedica?, ¿qué género tiene?, ¿qué edad?, ¿cuál es su poder adquisitivo?, ¿qué redes sociales suele utilizar?, etc.
- Redactar un plan de negocios bien estructurado. Un plan de negocios bien estructurado debe contener, entre otras cosas:
· Nombre de la empresa, logo y slogan.
· Objetivos de la compañía.
· Información institucional (misión, visión y valores).
· Segmentación de mercado.
· Nombre completos de los socios de la compañía.
· Organigrama de la organización.
· Estrategias de marketing.
· Planificación a corto, mediano y largo plazo de las finanzas.
· Capital inicial.
· Análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas).
- Comenzar “en pequeño”. Si no se cuenta con los recursos, no es indispensable comenzar a lo grande; una gran inauguración, la mejor página web o el local más amplio no son absolutamente necesarias. Pensar en grande es bueno, pero comenzando en pequeño.
- Buscar financiamiento. Una vez listo el plan de negocios y localizado el punto para colocar el negocio, es necesario encontrar financiamiento. Si se cuenta con ahorros, adelante; de no ser así, existen varias opciones de instituciones públicas y privadas dispuestas a colaborar. No hay que dejarse impresionar, hay que encontrar la que mejor se adapte al plan de negocios y al propio plan de pagos y finanzas.
- Conformar un equipo de trabajo. Podría o no ser necesario al principio, por eso es relevante que se especifique en el plan de negocios.
- Crear un modelo de negocios. Crear un plan estratégico de cómo funcionará el negocio es más que fundamental, es clave en el éxito o fracaso de cualquier compañía. Conocer exactamente hacia dónde se dirige, cuál es la razón de existir de la empresa, de qué manera se ofrecerán los productos y/o servicios, cuál es el mercado meta, cuáles son los objetivos principales y específicos, con qué capital se cuenta, etc. Todo aquello que resulta indispensable para comenzar. Debe quedar, de preferencia, bien estructurado y por escrito.
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- Buscar y encontrar el nicho de mercado correcto. Esto se hace desde el principio, desde el momento en que se comienza a redactar el modelo de negocios. Ninguna empresa puede alcanzar al 100% del mercado, es simplemente imposible. Por ello es importante centrarse en el público al que se quiere dirigir y segmentarlo por área geográfica, rangos de edad, sexo, poder adquisitivo, gustos y preferencias, etc. Entre más específica sea la segmentación hay mayor probabilidad de éxito, porque todos los esfuerzos de comunicación, publicidad, branding, etc., irán dirigidos hacia ese público claramente estipulado.
- Perseguir el conocimiento autónomo. Todos, o casi todos los empresarios han recurrido al aprendizaje autónomo. ¿Qué quiere decir esto? Aprender por cuenta propia. Podría tener todo el talento y las capacidades, pero el conocimiento puede no ser suficiente. Es súper importante darse cuenta de que el aprendizaje continuo distingue a los grandes de los mediocres.
- Planificación financiera. Contar con claridad financiera es básico, sobre todo en los primeros tres o cuatro meses de vida del negocio. Se deben tener:
- Registros de caja (ingresos y egresos).
- Manejar el inventario (contar únicamente con lo necesario al menos mientras el negocio despega).
- Saber exactamente hacia dónde va el capital invertido (en qué se gastó, cuándo y por qué).
- Únicamente invertir en sueldos y gastos extremadamente necesarios (servicios, arrendamiento, etc.)
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- Constancia. Si no se pretender trabajar y luchar a diario, es mejor no iniciar. Un empresario no “funciona” igual que un empleado. No tiene horario; constantemente estudia, constantemente trabaja, el esfuerzo es cada día y no es poco, es un esfuerzo máximo.
- Trabajo duro. Los mejores empresarios son los primeros que llegan y los últimos que se van; trabajan de día, de noche, en días festivos. No hay descanso, y mucho menos al inicio del negocio.
- Reunir un equipo de trabajo adecuado. Todo buen líder y empresario elige a su equipo de trabajo de manera asertiva. Busca que cuente con los conocimientos necesarios y, de hecho, pretende que su equipo cuente con mayores conocimientos que él en diferentes áreas. Puede delegar responsabilidades porque conoce el potencial de su equipo.
- Elaboración de planes concretos. Nunca los objetivos deben estar a medias. Las estrategias de publicidad deben estar bien pensadas y planteadas de forma realista. Cualquier plan necesita tener cimientos fuertes. Un empresario sabe la importancia de los planes bien establecidos, claros, concisos, realistas y con fecha de vencimiento.
- Estar dispuesto a tomar riesgos. Esto no significa ir a la deriva, en absoluto. Para eso se redactó un plan de negocios. Sin embargo, la incertidumbre es normal y más frecuente de lo que parece. Iniciar un negocio es arriesgar dinero, esfuerzo, planes, tiempo, pero siempre con la inclinación de estar haciendo las cosas bien, de planear lo mejor que se pueda, de saber que se cuenta con el conocimiento adecuado y de que el fracaso no siempre es tan negativo, sino que puede ser una excelente experiencia.
Preguntas Antes de Crear un Negocio
1- ¿A qué tanto estoy dispuesto?
Comenzar a crear un negocio es algo muy complejo, que no sólo requiere de recursos financieros para lograrlo, sino de una serie de necesidades y requerimientos, desde la adquisición de materiales y equipo técnico, la aportación de mucho tiempo y esfuerzo, hasta la contratación del personal que se hará cargo de las distintas tareas, además se deberá tener la capacidad para sortear los distintos obstáculos y contratiempos que vayan surgiendo. Alfons Cornella, presidente de Infonomía, señala que “El emprendedor debe analizar hasta qué punto está dispuesto a luchar, a asumir el riesgo que implica crear un negocio”, puesto que “Si buscas seguridad y comodidad personal, mejor no te metas a emprender, porque las iniciativas empresariales implican no dormir bastantes noches”.
2- ¿Cuál es la experiencia en el sector?
Aunque tener experiencia en un sector no es imprescindible al momento de crear un negocio, sí ayuda mucho a tener un panorama general de las cosas, esto se debe a que la mayoría de ideas surgen en el entorno del empresario. “La mejor manera de aportar valor al mercado es emprendiendo en un sector que se conozca, sobre todo si el proyecto es de pequeña dimensión”, señala Ignacio De la Vega.
3- ¿En qué consiste el negocio?
Crear una empresa o negocio depende de muchos aspectos a considerar, entre los cuales es fundamental tener clara la idea de negocio y conocer la materia, siendo lo primero, describir y analizar con exactitud para qué y para quién está pensado. “¿Qué productos o servicios voy a ofrecer al mercado? ¿Cuál va a ser mi modelo de negocio? ¿Qué innovación, desde el punto de vista tecnológico o empresarial, aporta mi empresa? Son algunas de las preguntas que el emprendedor debe responder”, señala Serrano.
4- ¿Qué factores negativos y positivos existen?
Para cualquier emprendedor es importante que visualice tanto las oportunidades y fortalezas externas como internas, pero también resulta crucial reconocer los aspectos negativos a los que puede enfrentarse la empresa, como es el caso de las debilidades y amenazas del entorno interno y externo. lo cual permitirá tener un panorama general de la verdadera situación de la empresa. Para conseguirlo se puede emplear la herramienta DAFO, que consiste en trasladar al papel la evaluación de los puntos fuertes y débiles de la empresa para ver cuál es la estrategia más adecuada para poner en marcha el negocio. “Si al hacerlo nos damos cuenta de que no hay mercado, o de que va a resultarnos muy complicado encontrar nuestro sitio porque se necesitan unos recursos técnicos, financieros o humanos que no tenemos, es mejor dar marcha atrás”, y “si, finalmente, las fortalezas y oportunidades de tu idea superan a los inconvenientes, sigue con el análisis”, dice Ignacio de la Vega.
5- ¿Cuáles son las necesidades del mercado?
Detectar e intentar cubrir una necesidad dentro del mercado, es lo que motiva a los empresarios y emprendedores a fijarse objetivos específicos al momento de visualizar una idea nueva. Nicolás Henríquez recomienda “Empezar estudiando si existe un mercado para lo que voy a ofrecer. En caso afirmativo, habrá que comprobar si puedo ocupar un hueco de ese mercado y, en caso negativo, si puedo crear una nueva necesidad”.
6- ¿Cuál es el mercado?
Antes de embarcarse hacia un rumbo determinado, es necesario que el empresario o emprendedor conozca a fondo el tipo de mercado al que se dirige y, sobre todo, determinar quiénes serán su cliente objetivo. Además, para saber si un producto o servicio es vendible o asumible por el público, hay que acudir a una herramienta indispensable de investigación: el análisis de mercado. “Para obtener esos datos puede consultarse información en Internet, realizar un trabajo de campo y observación, hacer pequeñas encuestas y entrevistas a clientes potenciales…”, comenta Serrano.
7- ¿Cómo es el cliente objetivo?
Reconocer al cliente objetivo les permitirá a los empresarios obtener el perfil específico de cada uno de los usuarios, enumerando la mayor cantidad de detalles posibles de sus intereses, requerimientos y necesidades al momento de adquirir un producto o servicio, de esta manera se podrá conformar una base de datos robusta que ayude a prestar un mejor servicio al cliente.
8- ¿Qué momento es el adecuado?
Esta es una pregunta que regularmente se hacen muchos de los emprendedores cuando ya tienen preparada su idea para el mercado, el cual es un asunto que no debe tomarse a la ligera, debido a que, si se hace de manera exprés o muy tarde, se pueden pasar por alto muchos factores que pueden determinar el éxito o fracaso del producto o servicio que se está lanzando al mercado, siendo la mejor manera, coincidir en el tiempo con tendencias favorables. “Por ejemplo, la gente está más sensibilizada con la educación de los niños que hace años y, por tanto, quizá sea un buen momento para poner en marcha una empresa de apoyo educativo a domicilio. Si, además, el Gobierno realiza un cambio legislativo que favorece o ayuda a la educación complementaria, aumentaría enormemente la demanda del servicio anterior y las posibilidades de éxito de la empresa”, señala Cornella.
9- ¿Existen competidores en el mercado?
No sólo es necesario que los emprendedores analicen la viabilidad de su producto o servicio en el mercado y al tipo de clientes dentro del mismo, también es importante reconocer el tipo de competidores contra los que se deberá sobresalir: ¿Quiénes son? ¿Cuáles son sus ineficiencias? o ¿Cómo puedo captar sus clientes? “Estudiando la oferta de un sector se pueden detectar nichos sin cubrir. Por ejemplo, queremos montar una casa de turismo rural y descubrimos que la mayoría de alojamientos no están acondicionados para minusválidos. Ahí está nuestra oportunidad”, menciona Cornella.
10- ¿Qué necesidades requerirá el negocio?
Pasar de la teoría a la práctica requiere más que de buenas intenciones, es aquí donde se empezará a consolidar la idea del negocio, para esto es necesario que se cuente con un debido financiamiento y las apropiadas es estrategias que permitirán cubrir cada una de las necesidades de la empresa. Para lograr sortear los primeros meses de vida del negocio, deben hacerse una serie de cuestionamientos: ¿Qué tecnología necesito para producir mi producto o servicio? ¿Cuánto personal tengo que contratar para desarrollar el negocio? ¿Qué parte de la cadena de valor puedo subcontratar? ¿Necesito alguna licencia? ¿Cuánto dinero me hace falta para empezar?
No se emprende para fracasar, pero hay que tener en cuenta que grandes empresarios fracasaron varias veces y gracias a la confianza que tuvieron en ellos mismos y en sus días, lograron el éxito rotundo.
Preguntas para crear un Plan de Negocios
- ¿He demostrado que estoy satisfaciendo una necesidad en el mercado?
La economía aún batalla por recobrarse, por lo que los emprendedores están bajo presión para demostrar -a detalle- la fortaleza de su mercado antes de levantar capital. Haz estudios de mercado a pequeña escala y evalúa tu oferta para que puedas proyectar, de manera realista, cuánto venderás en el futuro. De acuerdo con el profesor Edward Hess, el capital emprendedor está apostando más por empresas que demuestran que tienen clientes dispuestos a comprar su oferta.
- ¿Cómo atraeré y retendré clientes?
También tendrás que demostrar que tu idea no es sólo una moda. Es crítico que entiendas a la perfección cómo encontrarás, conseguirás y retendrás clientes. Algunas personas dicen “usaremos palabras clave en internet” pero aún no han definido qué harán para que los usuarios que entren a su sitio Web compren y regresen.
- ¿Por qué soy mejor que la competencia, actual y futura?
Si tienes competidores directos, necesitarás dedicar varias diapositivas para explicar exactamente cómo planeas diferenciarte de ellos. Si no tienes competencia directa, también deberás explicar el por qué no (quizás se deba a que no existe un mercado o porque es demasiado innovador). Recuerda también incluir a la competencia indirecta y a los sustitutos.
- ¿Cuál es la historia detrás de mis proyecciones financieras?
Un error común que cometen los emprendedores en los planes de negocios es proyectar que capturarán cierto porcentaje del mercado para su producto sin explicar cómo esperan hacerlo. No puedes simplemente jugar a los números, debes detallar cuáles serán las estrategias y las decisiones que harán que pases del punto A al punto B.
- ¿Qué elementos del plan puedo representar gráficamente?
Algunas partes de tu negocio pueden representarse fácilmente con gráficas, como lo son las proyecciones financieras para las que puedes usar barras. Pero también puedes considerar usar fotografías e ilustraciones para demostrar cómo funciona tu producto o cómo se diferencia del de la competencia.
- ¿Debo reclutar a algunos consejeros?
Bryan Pearce, director de consejo de capital de riesgo para Ernst & Young en Boston, dice que toda startup debe reunir a una junta de consejo (un pequeño grupo conformado por líderes de la industria que puedan complementar tus habilidades y te ayuden a formular tu plan).
Este grupo no necesariamente debe tener un soporte legal, sino simplemente ser una fuente de consejos y recomendaciones para la startup. Y la creación de esta junta debe estar presente también en tu plan de negocios, y de preferencia incluir algunos testimonios de personas influyentes que se expresen sobre el potencial de tu idea.
- ¿Cómo usaré el dinero de mis inversionistas?
Los inversores quieren detalles sobre cómo usarás el dinero que te proporcionen. Enfatiza en los costos que esperas tener, en cuándo conseguirás el punto de equilibro y en qué áreas invertirás el dinero.
- ¿Mi equipo se ajusta al estado de mi negocio?
Muchos emprendedores cometen el error de pensar que necesitan tener a todos los gerentes clave para dirigir el negocio antes de buscar capital, pero eso no siempre es cierto. Por ejemplo, si tu idea aún está en la fase de prototipo no requieres de una fuerza de ventas. Debes describir cuál será tu proceso de contratación e incluirlo en tus estimaciones de costos. Apuesta por ser más conservador en la fundación de la empresa y evitar el exceso de equipo para tus necesidades operativas. También es importante que destaques quiénes conforman el equipo actual y cuáles son sus habilidades para la empresa.
- ¿Cuál es el plan de salida para mi negocio?
Los inversores potenciales querrán saber cómo recibirán un retorno de inversión. Si tu empresa espera cotizar en la Bolsa de Valores algún día, debes destacar el caso de otras empresas similares que lo hayan hecho con éxito.
- ¿Cuál es mi plan de salida personal?
Si eres un fundador de 45 años y sueñas con retirarte a los 55, no temas revelarlo en tu plan de negocios. Los inversores potenciales querrán saber que ya definiste tus metas personales y cómo has alineado las del negocio con ellas. Por ejemplo, si no planeas estar en el negocio por mucho tiempo, tu plan debe incluir una estrategia de sucesión (como un desarrollo de talento en la organización) para que la transición al nuevo liderazgo sea imperceptible.
Lograr tener una empresa o negocio exitoso requiere de diversos aspectos a considerar, desde el personal y presupuesto adecuado, hasta estrategias de marketing y social media que permitan atraer y retener clientes, por ello, establecer un plan de negocios es una excelente herramienta para unificar todo en un solo esquema.
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