Cuando hay una fuerte crisis económica en ciertas ocasiones un gran número de pequeñas y medianas empresas no son capaces de mantenerse a flote y por ende se van a la quiebra. La mayoría de las PYMES no durarán más de dos años, sin embargo, hay maneras de evitar la quiebra si se siguen ciertos consejos.
Claves para evitar la quiebra de una empresa
1. Control de cuentas
Si no se le presta la debida atención a la contabilidad y gestión financiera de la PYME, puede que termines siendo muy costoso. Por esta razón, hay que hacer un balance mensual para aprovechar como van las cuentas y hacer balances de flujo de caja.
2. Escaneo de la situación de la empresa
Implementar de forma de forma rutinaria los mecanismos de análisis y al mismo tiempo establecer métricas de desempeño que permitan a la compañía saber si los resultados y objetivos preestablecidos han sido alcanzados en el tiempo deseado. A partir de este análisis, la compañía puede definir metas especificas acordes a sus capacidades y limitaciones, para definir la estrategia a seguir.
3. Desarrollar un plan estratégico
Es indispensable desarrollar un plan estratégico que permita tener objetivos claros de desempeño que la empresa pueda seguir de una manera organizada y efectiva para alcanzar sus resultados.
4. Tener financiamiento
La empresa debe de ser una entidad atractiva para conseguir financiamiento de nuevos socios que decidan invertir en ella, pero siempre manteniéndose al margen del capital de cada uno de dichos socios.
5. Siempre mantenerse actualizado
Mantente al día de las necesidades del cliente, qué quiere, cuánto está dispuesto a pagar o qué no necesita, para así elaborar una nueva estrategia de negocio. A veces cambios pequeños como nuevos clientes, utilizar redes sociales o renovar el establecimiento, dan un nuevo aire al negocio.
6. Capital propio
La regla general para cualquier empresa, La regla general para cualquier empresa, es evitar cualquier tipo de endeudamiento o pedir más de lo que se necesita. Es importante abandonar el dicho que dice, “el que nada debe nada tiene”, pues para crecer no debemos depender de los recursos externos o de préstamos.
7. Considerar el trabajo desde casa
Dar a los empleados la oportunidad de ir a la oficina sólo un par de días y trabajar desde casa el resto no sólo aumenta la productividad, ahorras electricidad, calefacción, transporte e incluso renta, pues podrías mudarte a un establecimiento más pequeño.
8. Solicitar un concurso de acreedores
En caso de que no lleguemos a ningún tipo de acuerdo o que este no asegure la viabilidad de la empresa, siempre se podrá solicitar el concurso de acreedores, que es un procedimiento legal, donde solicitarlo a tiempo y de forma voluntaria puede ser lo que salve el negocio.
9. Administración de los acreedores
La empresa tiene 4 tipos de acreedores: los empleados, los proveedores, la administración pública y el banco. Dependerá del comportamiento que se ha tenido con cada uno de ellos, para manejar los pagos.
10. Admitir el fracaso
Es uno de los aspectos más difíciles de modificar, pero el más necesario. Una actitud soberbia u omnipotente no lleva a nada positivo. Hay que saber reconocer cuando un negocio no va bien y se debe tener la suficiente flexibilidad para admitir otras propuestas que ayuden a levantar la empresa.
11. Ingresos insuficientes para subsistir al menos 1 año. El nuevo empresario tiene que tener en cuenta el factor tiempo, y es que, las empresas necesitan una inyección de inversión constante al menos durante su primer año de vida, muchas veces todas las ganancias necesitan ser reinvertidas. Por ello, el emprendedor debe contar con ahorro suficiente para su supervivencia, de lo contrario, fracasará por falta de ingresos personales y de inversión.
12. Falta de objetivos e indicadores. Los objetivos generales y específicos de la compañía deben estar muy claros desde el principio, sin ellos, la compañía va sin rumbo fijo hacia la nada y con una visión a futuro poco clara. Los indicadores, por otra parte, son las cifras que muestran el avance y monitorean mes a mes (o cada cierto tiempo) la fluctuación de efectivo, ingresos, deudas, inversiones, etc., y pueden prever el comportamiento financiero de la empresa o, en su defecto, corregirlo a tiempo si ya sucedió.
13. Poco conocimiento financiero y económico. Precisamente para reconocer los indicadores antes mencionados y reconocer el comportamiento financiero de la empresa. Lo más recomendable es contratar personal especializado en el área, pero el dueño siempre tiene que estar al pendiente de todas las cifras que se manejen y se manejarán a futuro.
14. No contar con un plan de negocios. El plan de negocios es, entre otras cosas, un documento que contiene los pasos estratégicos a seguir para que una compañía inicie operaciones y los planes de previsión de contingencias para el futuro. El documento contiene información financiera, administrativa, institucional (misión, visión y valores), mercadológica, etc., y constituye el primer escrito necesario y representativo de la empresa.
15. Desconocer la competencia. No estudiar a la competencia es un error muy grave que puede costarle a la organización gran cantidad de clientes. Es imperioso que en el plan de negocios se redacte un estudio completo sobre las empresas del mismo giro; debe enlistar a todas esas empresas, sus ingresos mensuales, sus estrategias de ventas, su información institucional, sus planes publicitarios, su público objetivo y sus datos financieros lo más detallados posible.
16. Dejar de invertir en publicidad. Este es otro error que las nuevas empresas cometen constantemente. Costear publicidad no es en absoluto un gasto, sino una inversión a corto, mediano y largo plazo. La publicidad efectiva es la principal manera de dar a conocer a la compañía y a sus productos a los principales clientes potenciales, sin ella, básicamente se le están ofreciendo productos y servicios a la nada. Debe pensarse que al ser una inversión, el dinero se bonificará por mucho a lo largo del tiempo y se verá reflejada en las ventas y las ganancias.
17. Contar con un equipo novato. No es malo contar con gente joven en la compañía, pero no siempre es lo indicado al iniciar operaciones. ¿Por qué? Un principiante tiene los conocimientos teóricos, pero no los prácticos, Probablemente lo mejor sería contratar personal más experimentado y confiable para las cuestiones relevantes y contratar auxiliares novatos como apoyo seguro.
18. Ser inconstante. Dicen que la disciplina vencerá a la inteligencia y la disciplina solo puede lograrse con constancia.
19. Buscar ganancias rápidas. Ya se mencionó anteriormente. Abrir una empresa es un esfuerzo constante que requiere inversión y tiempo. Buscar ganancias rápidas es como colocar una lápida segura a la empresa antes de tiempo y apresurar el fracaso y la desesperación. Los objetivos tienen que ser cumplidos poco a poco dentro de la fecha establecida en el plan de negocios antes estructurado. Ir paso a paso, creciendo constantemente y cuidando cada aspecto del negocio, conociendo en valor de la inversión es lo que va a ir forjando la reputación y las ganancias posteriores.
Nadie nace sabiendo cómo emprender, pero es un proceso que se aprende estudiando, practicando y rodeándose de personas con la experiencia necesaria para guiar hacia el éxito a la compañía y a sus empleados. Es supremamente importante informarse y ser paciente. Nunca se pierde si se sabe hacia dónde se dirige.
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