¿Cómo manejar las finanzas de una empresa?
Las finanzas de una empresa nunca deben ser tomadas a la ligera. Representan uno de los recursos más importantes de la empresa y deben tomarse con seriedad y, sobre todo, responsabilidad.
Deben ser manejadas por expertos o conocedores y nunca permitir que sea gestionada por incompetentes o gente de quien se desconfíe. Los siguientes 7 consejos servirán como base para comenzar a llevar las finanzas empresariales por el camino correcto y sin complicaciones:
- Realizar un presupuesto y apegarse a él. Contar con un presupuesto claro y por escrito de gastos, compras, ventas, deudas y compromisos para con otros es importante para la sustentabilidad económica del negocio. La planeación para el manejo de efectivo es clave en cualquier empresa. Siempre se deben tener en cuenta la inflación, los tipos de cambios (si se realizan acciones comerciales en el extranjero), intereses y cualquier tipo de indicadores. Además, todas las cuentas deben estar al día y correctamente registradas.
- Contar con una reserva de efectivo. Debe incluirse como un gasto más. La reserva de efectivo debe tomarse en cuenta como ahorro financiero, nunca se sabe en qué momento sea necesario para nuevas compras, inversiones o cualquier imprevisto urgente. Esta reserva también tiene que registrarse adecuadamente y de inmediato.
- No fiar. Parece lógico, pero muchas veces las empresas (sobre todo los pequeños comerciantes) olvidan que fiar desequilibra la balanza a favor del cliente, no importa si este es muy cumplido o consumidor asiduo, nunca se sabe qué pueda ocurrir y podría llegar a ser un golpe duro para la empresa si comienza a tomarse como hábito la fianza.
- Mantener equilibrio entre las entradas y las salidas de efectivo. Las salidas de efectivo, es decir; las compras, gastos, inversiones pagos, etc. NUNCA deben ser mayores a las entradas. El punto de equilibrio es aquel en el que los gastos son iguales a las ventas de la compañía. Por supuesto que no debe perseguirse el punto de equilibrio, siempre debe buscarse la utilidad, pero el equilibrio es un buen referente para saber que las cosas se están haciendo correctamente.
Se puede conocer muy bien esta información gracias al presupuesto del que se habla en el primer punto, por eso las cuentas y los registros deben estar al día y en orden.
- Registrar diariamente ingresos y egresos. Si bien el presupuesto es útil para darse una idea general del estado financiero del negocio, los registros diarios resultan relevantes al final del mes o para abonar a la reserva de efectivo del que se hablaba en un punto anterior. Además, son la muestra fehaciente de cómo está yendo el negocio día a día, qué días hay más afluencia de clientes, etc.
- Respetar los plazos. Todas las empresas grandes o pequeñas tienen deudas, así funciona el comercio. Sin embargo, varias empresas fracasan porque sus deudas exceden sus ingresos o, porque se pasan de los plazos para pagar, lo cual genera intereses, en consecuencia, la deuda aumenta. Una empresa no puede permitirse extralimitarse de los plazos fijos para hacerse cargo de sus obligaciones.
Un calendario de pagos es una buena sugerencia para mantenerse alerta y al día de cada deuda.
- Buscar reinversiones. Si existen utilidades, guardarlas en un banco no es siempre la mejor opción. Se debe analizar la situación financiera e investigar si una parte de dichas utilidades pueden reinvertirse en activos para la empresa. Obviamente, este punto depende mucho de la compañía, en qué punto de crecimiento se encuentra, si es necesario o no invertir y realizar un buen análisis del estado de la empresa. De todas formas, se debe buscar mover el dinero y no dejarlo estancado por mucho tiempo.
- Cuidar los tiempos: La administración de los recursos financieros de una empresa requieren de cuidados y de tiempos específicos para generar ganancias, por lo que no se deben extraer los recursos más allá de sus capacidades, o es posible que se estanque y pueda caer en banca rota. El dueño de la empresa debe verse como un administrador, al que alguien le encarga su cuidado y que deberá entregará cuentas al verdadero dueño.
- Inversión inteligente: Como emprendedor y dueño de un negocio o empresa, es recomendable que inviertas en salarios decorosos, uno o dos cursos de capacitación al año, materias primas de buena calidad y proveedores confiables, con ello, podrás observar de forma escalonada el crecimiento de la empresa y las respectivas ganancias. Recuerda “lo que siembres, cosecharas”, ante ello, si siembras con abundancia cosecharás con abundancia.
- Visualización del mercado: Jamás adquieras algo que no sepas cómo utilizar o donde y para quien venderás, pues son los ingresos por venta la única forma de que una empresa esté sana. Enfócate en un principio en conseguir clientes y cerrar ventas, sin comprometer el capital de la empresa, donde todos los recursos y acciones deben estar siempre orientados a añadir valor, priorizando siempre las necesidades.
- Valorar tu mercancía: No debes menospreciar o “malbaratar” tus productos o servicios, sólo para poder vender, aunque sea algo. Si no crees en el valor de lo que ofreces, tus clientes tampoco lo harán.
- Controlar las finanzas: Si el propósito es que nuestra empresa perdure en el tiempo, el primer paso consiste en realizar un análisis de la situación financiera actual en la organización, respondiendo cuestiones como:
- ¿Cuál es el patrimonio actual de la organización?
- ¿Cuál es el flujo de caja de nuestra empresa?
- ¿Cuál es el nivel de endeudamiento?
- ¿Qué tan pesada es la relación entre el pasivo a corto y largo plazo y los activos?
- ¿Cuáles son las alternativas de financiamiento?
- Asumir riesgos: Hay que aprender a asumir riesgos controlados y terminar con el tabú de que el endeudamiento es siempre negativo: el buen empresario sabe utilizar la financiación externa para aprovechar aquellas oportunidades que permiten el crecimiento del negocio.
¿Cómo obtener financiamiento?
Obtener financiamiento para pequeñas y medianas empresas que apenas comienzan o que desean expandir su capital de trabajo es supremamente importante. Representa una de las decisiones más importantes y difíciles para un empresario. No debe ser tomada a la ligera, mucho menos cuando corre riesgo la economía personal y el sustento de la propia compañía.
A continuación se enumeran algunas instituciones en las que es posible y realmente factible pensar para tomar esa decisión de financiamiento:
1. Conseguir inversores. Contactar con familiares, amigos, conocidos o simplemente particulares, interesados en invertir en el proyecto empresarial. Para ello es necesario contar con un plan de negocios realista y bien estructurado para presentarlo de manera dinámica y atractiva al posible inversor.
Dentro de este punto cabe destacar que solicitar préstamos a familiares o amigos puede ser más beneficioso, pues la tasa de interés puede ser negociada más fácilmente, e incluso, si es alguien muy allegado, puede llegar a ser omitida. Además los plazos para pagar son más flexibles y puede evitarse la realización de un plan de negocios.
2. Solicitar un crédito bancario. Actualmente existen muchas instituciones bancarias dispuestas a apoyar a las empresas y a los emprendedores con plazos y montos muy accesibles y requisitos mínimos. Dichos requisitos dependen de la institución bancaria, ya que algunos ofreces sus servicios a personas físicas que cuentan con actividad empresarial y que desean expandir el negocio, mientras que otras apoyan a los nuevos empresarios a comenzar su actividad.
3. Instituciones Gubernamentales. Programas instituidos por el Gobierno que, muchas veces, cuentan con apoyos económicos y de asesoría empresarial. Exigen planes de negocios bien estructurados y presentados y el llenado de ciertos registros antes de presentar los proyectos. Puesto que son financiados por el Gobierno, es menor la posibilidad de aceptación de crédito que cualquiera de las otras instituciones aquí mencionadas. Algunas de ellas son:
- Secretaría de Economía. Programa Capital Semilla Pyme.
- Secretaría de Economía. Programa Nacional de Microempresas.
- Fondo Nacional del Emprendedor.
- Red de Apoyo al Emprendedor.
4. Otras Asociaciones. Conjunto de instituciones bancarias o no, que se unen para apoyar al pequeño y mediano empresario, así como al emprendedor, a obtener financiamiento ya sea para capital de trabajo o como inversión inicial. Algunas de ellas promueven el emprendimiento y brindan asesoría. Como ejemplo:
- ASEM (Asociación de Emprendedores de México). Organización civil sin fines de lucro, apoyado por instituciones como: Santander.
Antes de comenzar cualquier trámite para financiamiento, es sumamente importante informarse bien de todos los aspectos legales, jurídicos y económicos que el trámite conlleva. Estudiar cada una de las opciones, analizarla a la perfección y no acelerarse en la toma de decisión, puesto que una vez firmados y entregados los papeles correspondientes, no hay marcha atrás.
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