Estrategias Efectivas para Mejorar tu Productividad
La procrastinación, ese hábito de posponer las tareas importantes por actividades menos urgentes o placenteras, es un enemigo común en el mundo laboral.
Sin embargo, existen estrategias efectivas para combatir la procrastinación y aumentar nuestra eficiencia en el trabajo.
En este artículo, te daremos algunas técnicas probadas para evitar procrastinar y mejorar la productividad en el trabajo.
a) Establece Metas Claras y Prioridades
Una de las principales razones por las que procrastinamos es la falta de claridad sobre lo que debemos hacer y cuándo hacerlo. Para evitar este problema, es fundamental establecer metas y prioridades para cada día o semana de trabajo, divide tus tareas más pequeñas y específicas, establece plazos y prioriza las tareas según su importancia y urgencia.
Visualiza el resultado final: Imagina cómo te sentirás al completar la tarea para motivarte.
Esto beneficiara manteniéndote enfocado y motivado para completar tus tareas a tiempo.
b) Utiliza Técnicas de Gestión del Tiempo
Divide y vencerás: Divide las tareas grandes en pasos más pequeños y manejables así será más fácil.
Existen varias técnicas y metodologías que puedes utilizar para mejorar tu organización y productividad, como las siguientes:
1.-Pomodoro: Define la Tarea a Realizar, Configura un Temporizador, Trabaja en la Tarea sin Interrupciones, Descansa Después de Cada Pomodoro, Repite el Ciclo, Tómate un Descanso Más Largo Después de Cuatro Pomodoros.
Beneficios de la Técnica Pomodoro:
- Mejora la Concentración: Al dividir el trabajo en intervalos de tiempo cortos, la técnica Pomodoro ayuda a mantener la concentración y a minimizar las distracciones.
- Incrementa la Productividad: Al trabajar de manera enfocada durante los pomodoros, puedes completar tareas de manera más eficiente y productiva.
- Reduce la Fatiga Mental: Los descansos regulares entre pomodoros permiten aliviar la fatiga mental y mantener la frescura mental durante todo el día.
- Fomenta la Gestión del Tiempo: Al registrar y seguir tus pomodoros, puedes tener una mejor comprensión de cómo utilizas tu tiempo y cómo puedes mejorar tu eficiencia en el trabajo.
2.-La matriz de Eisenhower: Urgencia-importancia.
Establece un horario: Asigna bloques de tiempo específicos para trabajar en cada tarea.
- Importante y Urgente: Tareas que requieren atención inmediata y son cruciales para alcanzar tus objetivos.
- Importante pero no urgente: Tareas que contribuyen al logro de tus metas a largo plazo pero que no son urgentes en el momento.
- Urgente pero No Importante: Tareas que demandan atención inmediata pero no contribuyen significativamente a tus objetivos principales.
- No importante y No Urgente: Tareas que son distracciones y no contribuyen a tus objetivos principales ni requieren atención inmediata.
Aprende a identificar en que momentos y cuándo eres más productivo así los aprovecharas.
3.-Técnica “Eat That Frog” de Brian Tracy: Está técnica se basa en la idea de abordar primero las tareas más difíciles o importantes del día para evitar procrastinar y aumentar la productividad. El nombre proviene de la metáfora de comer una rana: si tienes que hacerlo, es mejor hacerlo temprano en el día y enfrentarlo de una vez. La idea es identificar la tarea más desafiante o crucial y abordarla primero, lo que te dará un impulso de energía y motivación para el resto del día.
Estas técnicas te ayudarán a estructurar tu día de trabajo, minimizar las distracciones y maximizar tu tiempo de concentración en tareas importantes.
c) Elimina las Distracciones
Las distracciones, como las redes sociales, los correos electrónicos no urgentes o el ruido en el lugar de trabajo, pueden ser uno de los principales desencadenantes de la procrastinación, identifica las distracciones más comunes en tu entorno de trabajo y busca formas de eliminarlas o minimizar su impacto.
d) Divide las Tareas en Pasos Pequeños y Accesibles
A veces, la procrastinación surge cuando nos enfrentamos a tareas grandes y abrumadoras. Para evitar esta sensación de abrumo, divide tus proyectos en pasos más pequeños y manejables. Centra tu atención en completar una tarea pequeña a la vez y celebra cada pequeño logro en el camino. Esto te ayudará a mantener un sentido de progreso y motivación a medida que avanzas hacia la finalización del proyecto.
e) Cultiva Hábitos de Autodisciplina
La autodisciplina es fundamental para evitar procrastinar en el trabajo. Contempla hábitos saludables para mantenerte enfocado como establecer una rutina diaria, establecer límites de tiempo para actividades no relacionadas con el trabajo y recompensarte por completar tareas importantes. Además, aprende a decir “no” a las distracciones y solicitudes que puedan interferir con tu trabajo.
f) Practica el Autocontrol y la Autorregulación Emocional
La procrastinación a menudo está relacionada con nuestras emociones y estados de ánimo. Aprender a regular tus emociones puede ayudarte a evitar procrastinar en el trabajo. Reconoce y acepta tus sentimientos de pereza o ansiedad, pero no permitas que te impidan tomar medidas hacia tus objetivos. Utiliza técnicas de respiración, meditación o visualización para calmar tu mente y mantenerte enfocado en el trabajo.
Celebra tus logros, aunque hayan sido incluso los más pequeños.
g) Eliminación de Multitarea
En lugar de intentar hacer varias cosas a la vez, concéntrate en una tarea a la vez para mejorar tu productividad y calidad de trabajo. La multitarea puede disminuir la eficiencia y aumentar los errores. En su lugar, enfócate en completar una tarea antes de pasar a la siguiente. Esto te permite dedicar toda tu atención y energía a cada actividad, lo que conduce a mejores resultados en menos tiempo.
h) Revisiones y Mejoras Constantes
Programa revisiones periódicas de tu productividad y de tus métodos de trabajo para identificar áreas de mejora. Reflexiona sobre lo que ha funcionado bien y lo que no, y ajusta tus estrategias en consecuencia. La adaptabilidad y la disposición para mejorar continuamente son fundamentales para aumentar la productividad a largo plazo.
Conclusión
La procrastinación puede ser un obstáculo significativo para la productividad en el trabajo, pero con las estrategias adecuadas, puedes superar este hábito y mejorar tu eficiencia laboral. Al establecer metas claras, utilizar técnicas de gestión del tiempo, eliminar distracciones, dividir tareas en pasos pequeños, cultivar hábitos de autodisciplina y practicar el autocontrol emocional, puedes evitar procrastinar y lograr más en menos tiempo. ¡Empieza a implementar estas estrategias hoy mismo y observa cómo mejora tu productividad en el trabajo!
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El trabajo diario está creciendo. Cuando las responsabilidades y actividades diarias crecen, debido al incremento de las ventas, podría ser un momento apropiado para contratar a una compañía externa que se haga cargo de ciertas actividades, esto ayuda a reducir el estrés del personal y evita el largo proceso de reclutamiento, selección y capacitación de nuevos empleados.
No se cuenta con los conocimientos pertinentes en ciertas áreas. Esto es muy importante. Una empresa externa especializada precisamente en lo que se necesita, es mucho más efectiva que buscar capacitadores especiales para los empleados actuales o los que vayan a contratarse. Esto pasa, sobre todo, cuando son áreas muy específicas como tecnología o redes, por ejemplo.
Se desea brindar un valor agregado al cliente. En este sentido, el outsourcing funge como un “proveedor” o “distribuidor” de un producto o servicio que nuestra empresa no otorga. Entonces, la compañía de outsourcing brinda su producto o servicio, nuestra empresa lo “compra” y este mismo producto o servicio es entregado al cliente como extra de lo que la organización ofrece.
Es negativo. Un empleado tóxico se caracteriza por sus quejas constantes. No está contento con nada y todo le parece insuficiente e inadecuado. Suele ser una persona que no sigue las reglas y no “se pone la camiseta” por la organización porque simplemente no se siente parte de ella.
Se ausenta constantemente. A causa de que el empleo no le causa compromiso, es normal que falte frecuentemente poniendo excusas familiares o personales, o simplemente no proporciona ninguna disculpa.
Retrasa actividades. Deja sus actividades para “luego” o para “después”. Si algún colega le pide colaboración inventa excusas para “ayudarle más tarde”; siempre queda mal en la entrega de proyectos, incluso, podría ser de aquellos trabajadores que llegan tarde con mucha frecuencia.
Su productividad ha disminuido: a todos nos puede bajar la productividad, pero si esto se ve constantemente con el incumplimiento de fechas o errores ya es tiempo del adiós.

La demanda ha aumentado. Cuando el número de clientes aumenta significativamente y se mantiene a lo largo del tiempo, es momento de comenzar a pensar en contratar nuevo personal que se haga cargo, sobre todo, de la atención al cliente y la producción. Este hecho significa que existe la posibilidad de un crecimiento en la empresa y no es adecuado permitir que los clientes se vayan por falta de personal, se debe asumir el riesgo y afrontar el crecimiento.
Los empleados con los que se cuentan no son suficientes o están trabajando de más. Si un solo trabajador realiza las actividades que deberían llevar a cabo dos o más colaboradores, o algún área de la empresa se para constantemente por falta de personal, significa que las actividades son demasiadas y el personal muy escaso. No debe permitirse que los empleados afronten demasiadas actividades porque esto perjudica la productividad y desarrolla descontento.
El tiempo ya no es suficiente. Cuando el directivo, así como los empleados, ya no cuentan con tiempo suficiente para concluir las tareas, cuando se pasan más horas en el trabajo que con la familia porque no se da basto, es hora de contratar más personal; las tareas son excesivas y ya no alcanza con la mano de obra con la que se cuenta.
Personal para abrir una nueva área. Si la empresa va en crecimiento y se requiere la inauguración de nuevas áreas, es no solo importante sino necesario, contratar nuevo personal experto en esa materia.




Formación. El empleado puede ser calificado por los conocimientos que ha adquirido en el transcurso de un lapso específico de tiempo. Contabilizar y tomar nota de las conferencias, los eventos, los congresos o las comidas profesionales a las que asistió, e incluso, pueden llevarse a cabo pequeños tests de conocimientos obtenidos y no olvidar las
Clasificación alterna. Se clasifica a los empleados de “mejor a peor” en cuanto a las características anteriores y se anotan en listas para su posterior análisis.
Verificación de campo. Una persona ajena al equipo de trabajo o un representante de departamento se encarga de solicitar información al supervisor directo para puntuar, con su colaboración, a cada empleado del equipo. El representante prepara un informe del trabajador y lo envía al supervisor para que revise que la información es verídica y posteriormente es enviado al gerente o director responsable.
Incidente crítico. Cuando el supervisor carga consigo una bitácora y solo observa los incidentes y las conductas laborales (negativas o positivas) del empleado, para, después de aproximadamente seis meses, reunirse con él y discutir su desempeño en base a las anotaciones anteriores.
1. Tener presentes los límites. Únicamente el personal que se encuentre atendiendo al cliente conoce y establece los límites de trato, forma de trabajo y resultados. El cliente no debe imponerse ante el personal en ningún momento. No debe permitirse que sea el cliente quien establezca los plazos de entrega o ningún tipo de ajuste del negocio en ningún momento. En ese caso, lo mejor es explicarle amablemente las políticas de la compañía que sean necesarias y si se rehúsa, lo mejor será dejarlo ir. Nunca desautorizar al personal delante de este tipo de clientes.
Tono de voz audible. No se debe confundir este punto; audible no significa gritar. El tono de voz es súper importante en una conversación. Tiene que ser suficientemente fuerte para ser escuchado, pero que no se sienta agresivo ni cortante. El nivel de decibeles también puede lograr que el receptor del mensaje (en este caso el cliente) no se distraiga porque no entiende, no escucha o el emisor es demasiado pasivo y lento al hablar.
5. Saber decir NO. Existen situaciones en las que el cliente plantea ciertas objeciones o busca ciertos productos o servicios que, ya sea por políticas empresariales o porque no se cuenta con el recurso, resultan imposibles de satisfacer. Es ahí donde el personal tiene que saber explicar cordialmente las razones por las que no puede llevarse a cabo y entender que decir NO, a veces es la mejor solución.
Puntualidad, compromiso y obligación son sus principales características. El empleado se siente “obligado” (el término no siempre responde a una connotación negativa) a participar activamente con la empresa: cumpliendo con sus horarios, realizando sus actividades en tiempo y forma y contribuyendo en todo lo que le sea requerido.
La suma de lo anterior es una prueba de lealtad hacia la empresa y lo que la misma representa para él. Es muy posible que un empleado que cumple todos los puntos anteriores no vaya a defraudar a la empresa o no sea su deseo el retirarse. Sin embargo, sin un trato justo, buenas condiciones laborales y la correcta motivación e incentivos, podrían llevar a ese colaborador a desilusionarse y buscar un lugar que considere propicio para él. Es necesario apoyar regularmente a este tipo de personas y hacerles saber que se les reconoce su esfuerzo, dedicación y constancia, se les retribuye de forma justa y si es necesario conocer las 

Incrementa la productividad. Primero que nada el empleado está motivado, lo cual es ya de por sí un incentivo para