Como puedes darte cuenta si un cliente es malo para tu negocio?
Nadie duda de la importancia de un cliente para un negocio. Lo cierto es que, muchas veces los clientes se terminan convirtiendo en un dolor de cabeza que es mejor evitar si afecta directamente la estabilidad del negocio como institución y de los empleados (directivos y dueños).
La preocupación porque ese tipo de consumidores afecte a la empresa no es para tomarse a la ligera. Estas son algunas formas de reconocer a esos clientes que es mejor evitar:
- No es su intención pagar. Siempre tiene pretextos o simplemente no contesta de ninguna forma. Estando en la tienda se distrae (voluntariamente) para evitar el cobro. No se necesita ese tipo de consumidores, el negocio se mantiene en pie gracias a los ingresos diarios. Si el cliente no quiere pagar por los servicios, debes de aplicar técnicas más avanzadas de cobro o tal vez es hora de despedirlo.
Hace perder tiempo y recursos. Algunas veces los clientes no saben lo que quieren y a pesar del esfuerzo de la empresa por guiarlo, este cliente no se decide. Hace que el personal pierda tiempo, esfuerzo y probablemente recursos (si –por ejemplo- ha solicitado muestras gratis). Si el cliente no se decide en un tiempo razonable, probablemente no desea comprar. Ante tales clientes la opción más asequible es dejar que se vaya.
- Es difícil contactarlo. Sobre todo a la hora de cobrar –si se cuenta con servicio a crédito- o si se es autónomo. Un mal cliente se distingue por el tiempo en que tarda en contestar o en ser contactado. Si ese es el caso, lo mejor es dejarlo ir.
Constantemente solicita descuentos especiales. Por supuesto que es importante ofrecer descuentos a clientes fieles e incluso a nuevos clientes (para atraerlos). Sin embargo, los clientes malos buscan el regateo siempre y en todos los productos y servicios. Las empresas no pueden darse el lujo de rebajar precios o proporcionar descuentos desmedidos únicamente por la necesidad de un cliente y mucho menos si es constante. El negocio debe aceptar que ese cliente es así, no cambiará y no hay nada que hacer, simplemente es un mal cliente.
- Exige demasiado. Se reconoce que un cliente exige demasiado cuando:
- Busca y persigue incansablemente.
- Agobia constantemente con preguntas sobre los productos o servicios (sobre todo cuando lo que se ofrece son servicios).
- Solicita cosas extras que no se habían pactado, presupuestado o simplemente no compró.
- No está dispuesto a pagar el precio del producto o servicio que solicita.
- No está dispuesto a escuchar ni a negociar.
Humilla a los empleados. Muchos clientes se sienten “intocables” sólo por el hecho de ser clientes, pero ya no debe funcionar así. No es recomendable desautorizar a un empleado sin antes conocer la situación. Algunas veces los clientes tienen razón en su molestia y otras veces no, pero nunca existe un motivo lo suficientemente relevante para que un cliente trate mal a un empleado. El empleado es un colaborador y pieza fundamental de cualquier negocio. Es preferible que un mal cliente se vaya que dejar ir a un buen empleado.
Visitanos en youtube:
Tambien te puede interesar:
PAUTAS IMPERDIBLES PARA CONTRATAR A UN BUEN CONTADOR
POR QUE CONTRATAR PERSONAL HOME OFFICE
15 CLAVES ESENCIALES QUE DEBE TENER UN DIRECTOR DE EMPRESA